La comandancia de las Operaciones Conjuntas iraquíes negó hoy que las unidades castrenses hayan lanzado una operación militar en el sur de la provincia disputada de Kirkuk (noreste de Irak), tal y como han divulgado algunos medios.
En un escueto comunicado, la comandancia aseguró que las fuerzas iraquíes se mueven en Kirkuk porque están "limpiando las zonas liberadas" del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el oeste de la provincia, en una ofensiva que terminó hace unos días.
Además, acusó a los medios de comunicación que publicaron anteriormente que había comenzado una ofensiva en Kirkuk de "agitar la opinión pública".
Ayer, el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, aseguró que no iba a hacer uso de la fuerza militar en esa área.
"No vamos a usar nuestro Ejército contra nuestro pueblo y no lanzaremos una guerra contra los ciudadanos kurdos. Nuestro deber es mantener la unidad del país y aplicar la Constitución y proteger a los ciudadanos y las riquezas nacionales", dijo el titular iraquí.
Sin embargo, ante los constantes movimientos de las fuerzas iraquíes y de las milicias chiíes Multitud Pipular -apoyadas por Irán- en esa zona, el Gobierno kurdo decidió hoy desplegar a miles de combatientes kurdos en los alrededores de Kirkuk.
De hecho, el Consejo de Seguridad del Gobierno kurdo advirtió hoy de que las fuerzas iraquíes tienen la intención de tomar el control de los campos de crudo ubicados al sur de la localidad de Kirkuk.
Esas zonas disputadas entre Erbil -capital del Kurdistán- y Bagdad, entre las que está la ciudad de Kirkuk y alrededores, así como Diyala, Saladino y zonas de la provincia de Nínive, están ocupadas por las tropas kurdas desde que expulsaron al EI en 2014, aunque administrativamente pertenecen a Bagdad.
Kirkuk, ciudad rica en petróleo, es el principal centro de las tensiones entre ambos Gobiernos, y por el momento, Bagdad ha anunciado su intención de administrar la extracción de crudo de los pozos de Kirkuk.