El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, anunció este sábado que hará una "profunda evaluación" de los primeros 17 meses de su gestión para aplicar cambios en su Gobierno, después de que una propuesta para destituirlo del cargo fuera desestimada este jueves por el Congreso peruano.
El gobernante publicó un mensaje en vídeo en sus cuentas en las redes sociales, donde enfatizó que, tras superarse la crisis política en el país, "no solo la relación entre los poderes debe cambiar", sino que "la propia forma de conducir" su gobierno "debe hacerlo, y en más de un solo sentido".
"En estos días realizaré una profunda evaluación de estos primeros 17 meses de mandato y les anunciaré los cambios para que el 2018 no sea sólo un año de mayor crecimiento sino también un año políticamente distinto, reconociendo errores y falencias, y recogiendo lecciones de la experiencia hasta ahora acumulada", dijo.
La petición de destitución de Kuczynski, presentada por un sector de la oposición por una presunta "incapacidad moral permanente", fue rechazada el jueves en el Congreso al recibir sólo 79 votos de los 87 que, como mínimo, establecen las leyes peruanas.
El rechazo fue favorecido por la abstención de 21 legisladores, entre los que estuvieron diez de la mayoría opositora Fuerza Popular encabezados por Kenji Fujimori, el hijo menor del condenado expresidente Alberto Fujimori.
Kuczynski afrontó esta petición de destitución después de que reconociera que una empresa suya brindó asesorías a la constructora brasileña Odebrecht entre 2004 y 2007.
El gobernante defendió su inocencia ante cualquier acto de corrupción y dijo que su empresa era gestionada por su exsocio Gerardo Sepúlveda en esa época, cuando fue ministro del Gobierno de Alejandro Toledo (2001-2006).
Kuczynski señaló este sábado que en el debate y votación del jueves las convicciones democráticas de su país "fueron sometidas a una prueba extremadamente difícil" y reconoció que "todo pudo haber terminado de otra manera" porque se estuvo "muy cerca de recorrer un camino que hubiera sido profundamente dañino" para la convivencia política y la economía peruana.
"Si eso no sucedió -es importante destacarlo- fue debido a la determinación de parlamentarios que prácticamente pertenecen a todas las fuerzas políticas, mujeres y hombres que supieron poner al Perú y a sus consciencias por encima de nuestras diferencias, actuando a la altura de tan exigentes circunstancias", sostuvo.
Manifestó, en ese sentido, su "reconocimiento, gratitud y respeto" hacia los legisladores opositores que se abstuvieron de votar por su destitución.
"No podemos seguir así"
También indicó que ha "escuchado con humildad y atención" a todos aquellos que "con argumentos esgrimidos de buena fe" decidieron no respaldarlo y que ha "tomado debida nota de lo que han expresado".
"En estos días muy difíciles he aprendido más que en muchos otros momentos de mi vida, he aprendido sobre mí y sobre mis errores, errores que no repetiré", enfatizó.
El presidente prometió, además, que la "confianza" que han depositado en él "no será defraudada" y llevará a su país "por el camino del desarrollo y del crecimiento, promoviendo una mejor calidad de vida para todos, con más oportunidades, mayor seguridad y nuevos empleos".
"Ha llegado el momento de que como país nos demos la oportunidad de una sincera reflexión y de abrir una verdadera nueva etapa. Reflexión, reconciliación, tengámoslo claro, ningún gobierno puede hacer realidad las legítimas aspiraciones de los peruanos si mantenemos el ambiente polarizado y hostil en el que vivimos hoy", invocó.
Kuczynski reiteró, en ese sentido, que para hacer realidad ese cambio "es indispensable" que se replanteen "los términos de la gobernabilidad del país".
"No podemos seguir como estamos, las relaciones entre los poderes del Estado deben cambiar y deben mantenerse siempre dentro del estricto respeto por la separación de poderes de acuerdo a la elección popular, algo que exigiremos con firmeza", concluyó