El caso del líder del cartel de Sinaloa, "El Chapo", está siendo un dolor de cabeza para los ciudadanos neoyorkinos, por los atascos que ocasionan los traslados desde su celda de máxima seguridad en Manhattan hasta el juzgado en Brooklyn que se ocupa de enjuiciarlo.
Por la propensión del narcotraficante a fugarse de prisión, la Policía se ha visto obligada a cortar el tráfico del emblemático puente de Brooklyn, una vía clave en la comunicación entre los dos distritos, cada vez que 'El Chapo' es transportado con su caravana de seguridad compuesta por más de una decena de vehículos blindados, agentes fuertemente armados y un helicóptero que vigila el traslado desde el aire.
El problema empeorará porque hasta ahora las citas con la justicia del mexicano tenían una periodicidad baja, pero cuando el juicio comience en noviembre, Guzmán tendrá que salir de su celda dos veces al día durante cuatro meses a las horas punta del día.
La defensa del acusado ha pedido a las autoridades que se habilite una celda en el juzgado o en un edificio cercano para evitar el "circo" provocado por los traslados porque consideran que el espectáculo puede perjudicar a su cliente, creando la impresión en el jurado de que se trata de una persona extremadamente peligrosa y, por tanto, culpable. Pero el juez Brian Cogan rechazó estas peticiones y aseguró que encontrará la manera de aligerar la carga para todos.
Para los estamentos de seguridad norteamericanos toda estas precauciones son necesarias porque Guzmán se ha escapado dos veces de prisiones de máxima seguridad; en una de ellas, escondido en un carro de lavandería, y, en la otra, a través de un túnel de 800 metros que se cavó hasta la ducha de su celda, según el New York Times.
Uno de los abogados del acusado, Eduardo Balarezo, ha denunciado que “estamos defendiendo su caso con las dos manos atadas y un ojo cerrado”, porque las duras condiciones de aislamiento de el Chapo dificultan su preparación para el juicio, y el secretismo al que los ha sometido la justicia estadounidense con relación a las pruebas que tienen contra su cliente los pone en desventaja.
El gobierno estadounidense mantiene 17 acusaciones contra el narcotraficante, pero la acusación más seria que ha formulado el gobierno estadounidense hasta ahora es que Guzmán ordenó personalmente los asesinatos de miles de personas durante su jefatura del Cártel de Sinaloa.