1. Los jóvenes se alejan del conflicto
Para los más jóvenes de la ciudad, quienes nacieron cuando se realizó último referéndum (1995), la independencia de Quebec no desempeña un papel tan importante como para la generación de sus padres. Ahora los jóvenes consideran prioritarios otros temas, como la normalización LGTB o el salario mínimo.
Desde el Centro Demoscópico de Ipsos de Quebec, su gerente Sébastien Dallaire afirma que los jóvenes “no están socializados con el ambiente divisivo del pasado”. Dallaire dice que, desde el último referéndum en 1995, el ambiente ha estado bastante tranquilo, por lo que los jóvenes “nunca han tenido que tomar partido” en el tema. Dellaire cree que algo tendría que ocurrir para que se “generara interés” para los jóvenes.
2. Hasta 2022 no podrían hacer otro referéndum
En la historia de Quebec ha habido dos referéndums: en 1980 y 1995. Los dos grandes partidos independentistas, el Partido Liberal de Quebec (PLQ) y el Partido Quebequés (PQ), han liderado el movimiento separatista. Sobre todo el PLQ, que gobernó durante 13 de los pasados 15 años. Pero últimamente han perdido fuerza y no son los principales rivales del actual partido en el Gobierno: Coalition Avenir Quebec (CAQ), el cual se sitúa en la centro-derecha.
El CAQ ganó las elecciones del pasado 1 de octubre, obteniendo el 59% de los escaños con el 37% de los votos. Además, el PLQ perdió más de la mitad de los escaños, quedándose con solo 9. François Legault, líder del CAQ, dijo lo siguiente al proclamarse ganador de las elecciones: “Hoy muchos quebequenses han dejado de lado un debate que nos ha dividido durante 50 años”. Legault parece querer enterrar definitivamente el debate independentista, el cual ya se encontraba en sus niveles más bajos puesto que hasta dentro de cuatro años, en 2022, no se podría convocar otro referéndum.
3. Éxodo empresarial desde Quebec a Toronto
La estabilidad política y social son clave para la proliferación y permanencia de empresas en un territorio. Cuando ambas se tambalean, estas huyen. Entre 1999 y 2012, el 30% de las sedes de empresas se marcharon de Quebec por la inestabilidad independentista. Se fueron un total de 37 sedes de empresas de las 131 corporaciones que había en Quebec en 1999.
Después del primer referéndum, en 1980, Quebec también sufrió un fuerte éxodo de empresas de la ciudad. Según un estudio del MEI (fundación de investigaciones económicas franco-inglesa) entre 1976-1985 y 1994-2003, fechas correspondientes a los mandatos del PQ, 700 empresas abandonaron su sede en Quebec. Antes de este primer referéndum, la ciudad albergaba la sede de 5 de los 8 bancos con más activos de Canadá. Después de la votación, solo se mantuvo en Quebec el Banco Nacional de Canadá.
4. Aumento de la inmigración
En 1991 se aprobó una ley que dejaba regular a Quebec el flujo de inmigrantes de manera independiente del resto de Canadá. Luego, en 1992, se aumentaron los requisitos para entrar a Quebec desde el extranjero. Estas medidas supusieron que entre 1990 y 1995, la inmigración bajara un 48% en Quebec, mientras que aumentó un 3% en el resto de Canadá. Esta política migratoria tan restrictiva podría haber contribuido a una sociedad más cerrada y autónoma, caldo de cultivo perfecto para el nacionalismo e independentismo quebequés, puesto que en 1995 se celebraría el último referéndum.
Entre 2007 y 2009, el 78% de los inmigrantes (191.674) que llegaron a Quebec procedían de otra región que no fuese América. La mayoría, de Marruecos, Argelia, Francia, China, Haití y Colombia. La multiculturalidad de Quebec es una de sus señas de identidad hoy en día. Esto habría contribuido a la disminución del ratio nacionalista en la ciudad canadiense.