La policía ha informado de la detención Robert Bowers, el hombre blanco de 46 años que ha irrumpido en una sinagoga de Pittsburg, Pensilvania, y ha abierto fuego al grito de "todos los judíos deben morir". Se encuentra en un hospital custodiado tras ser herido en el tiroteo con la policía.
El ataque ha terminado con diez fallecidos y varios heridos y, por el momento, se desconocen las causas por las que el autor del tiroteo disparó contra las 45-50 personas que se encontraban en la sinagoga. Aunque según el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, "definitivamente parece ser un crimen antisemita". "Es algo que cuesta creer que siga pasando", ha añadido.
La Policía también informaba del intercambio de disparos con el único asaltante en la sinagoga Tree of life, entre las avenidas de Shady y Wilkins, en la zona de Squirrel Hill.
"Todos los judíos deben morir"
Según afirman los testigos, un hombre armado irrumpió en el templo y abrió fuego al grito de "todos los judíos deben morir". Después, se atrincheró con varios fieles. Minutos después se iniciaba el tiroteo en el que al menos tres agentes han recibido disparos, uno de ellos ha fallecido.
El atacante, que también ha resultado herido, portaba un fusil de asalto AR-15 y tres pistolas. Después de que un equipo de SWAT negociase con él, terminó entregándose.
En las redes sociales se han publicado vídeos con entrevistas a los testigos del ataque. Uno de ellos, muy afectado, habla sobre lo sucedido y pide que este tipo de actos de odio finalicen, "tienen que para ya", dice.
El presidente de Estados Unidos ha publicado un comentario en su perfil de Twitter en el que afirma estar atento a lo que está sucediendo y en el que pide precaución.
"Viendo lo que está sucediendo en Pittsburg, Pensilvania. La Ley ha entrado en la escena. Las personas en el área de Squirrel Hill deben permanecer protegidas. Parece que ha habido múltiples muertes. Cuidado con el tirador. ¡Qué Dios os bendiga a todos!", ha comentado Trump.
Además, el presidente de los Estados Unidos, ha reivindicado la pena de muerte tras este suceso y presencia policial en los templos.