El ministro de Defensa de Argentina, Oscar Aguad, ha reconocido este sábado que el Gobierno no tiene medios para reflotar el submarino ARA San Juan, localizado esta madrugada en el fondo del Atlántico tras un año desaparecido, y ha adelantado que los próximos pasos son recabar toda la información y estudiar qué hacer.
"Yo diría que no. Que no tenemos medios. No teníamos ni los medios para bajar al mar. Tampoco tenemos ROV (vehículos de inspección remota) para bajar a esas profundidades. Ni tenemos equipamiento para extraer un buque de estas características", ha señalado Aguad en una rueda de prensa en Buenos Aires.
Por su parte, el comandante de la Armada, José Luis Villán, ha afirmado que para sacar el aparato, como reclaman los familiares de los 44 tripulantes, hay dos límites: el legal, ya que la jueza que investiga lo que ocurrió con el ARA San Juan debe determinar en qué momento se podrían remover los restos, y el técnico.
"Cuando se le preguntó a la empresa (Ocean Infinity, encargada de la búsqueda desde hace dos meses), si bien dijo que había posibilidades, no teníamos ni la ubicación exacta, ni la profundidad exacta, ni la masa exacta de lo que hay que extraer", ha dicho Villán, quien ha pedido "prudencia" al tener solamente información preliminar.
Aguad ha especificado también que los próximos pasos son estudiar toda la documentación de la que dispone la compañía estadounidense para "ver qué hacer", y remarcó que el Gobierno quiere que se dilucide la verdad y se haga justicia, ya que todo el mundo, pero principalmente los familiares "de los 44 héroes", necesitan saber qué pasó.
Sufrió una implosión
Desde hace meses, una causa judicial trata de determinar qué le ocurrió al submarino, al tiempo que hay abierto un sumario interno en la Armada y una comisión investigadora en el Parlamento.
La Armada confirmó que el buque sufrió una implosión y reconoció que el lugar donde ha sido encontrado el buque, a 500 kilómetros de la costa y en un área de cañones submarinos a 907 metros de profundidad, coincide con la zona desde la que se comunicó por última vez el comandante del San Juan, el 15 de noviembre de 2017.
Esa zona es en la que se centró desde un principio la búsqueda en el océano por parte de medios humanos y técnicos de multitud de países, ya que también varias agencias internacionales señalaron que se detectó ahí una anomalía acústica consistente con una explosión horas después de que desapareciera la nave.
"Todos los barcos (al inicio de la búsqueda, en 2017) se concentraron en esa zona porque no había casi ninguna duda, por el rumbo que llevaba el submarino, por las últimas comunicaciones que había tenido y por el lugar donde se había producido la explosión", destacó Aguad.
"Pasaron todos esos barcos por esa zona y nunca lo pudieron detectar. No era fácil y no es fácil encontrar un submarino y menos en las profundidades donde lo hemos encontrado", reconoció, y añadió que la empresa tenía "toda la información y libertad para que buscaran donde creyeran conveniente".
Según relató, el pasado jueves por la noche le notificaron que la compañía había revisado toda la cartografía que tenía y había encontrado el punto de interés.
"La empresa dijo que tenía orden de volver al lugar donde tenían esta visión", afirmó Aguad, quien señaló que fue esta medianoche cuando las autoridades de la Armada le confirmaron que esa imagen era el submarino.