Centenares de migrantes de la caravana de centroamericanos han roto este domingo un cerco policial con el afán de llegar a la garita de El Chaparral, en la frontera de la mexicana Tijuana con San Ysidro (Estados Unidos) y algunos de ellos han tratado de saltar la valla fronteriza. Ante este hecho, el Gobierno de EEUU ha decido cerrar la frontera tras lanzar gases lacrimógenos a los que han tratado de entrar en territorio estadounidense.
Sobre las 11.20 horas local de Tijuana (19.20 GMT), centenares de migrantes han logrado llegar al edificio donde se ubica la garita que conecta ambos países, con la intención de poder solicitar asilo en Estados Unidos, en tanto que otros han roto una malla para acercarse, desde otro punto, a la frontera estadounidense.
Después de poco más de una hora de manifestación pacífica contenida por policías federales y gendarmes, en un puente situado por lo menos a tres kilómetros de distancia de su meta, varios grupos de centroamericanos han roto filas y han empezado a correr rumbo al Canal del Río Tijuana, muy cercano a la garita de San Ysidro, tomando por sorpresa a los agentes federales.
En pocos minutos han llegado al área de El Chaparral, donde había poca presencia de fuerzas de seguridad, por lo que después de correr algunos kilómetros, han alcanzado la puerta fronteriza y las instalaciones mexicanas de Aduanas, donde normalmente hay efectivos.
Relativa calma
Aunque en algunos momentos ha habido empujones entre centroamericanos y policías, hasta el momento los altercados no son graves, y el mensaje entre los migrantes es mantener la relativa calma para evitar perder su oportunidad de lograr su trámite de asilo en Estados Unidos.
La marcha arrancó sobre las 10.00 horas local (18.00 GMT) y casi cinco horas después de la hora anunciada, saliendo del polideportivo Benito Juárez, el albergue donde miles de ellos se hospedan, situado en la zona norte de la ciudad, para trasladarse a la garita de El Chaparral, en la frontera de San Ysidro con Tijuana.
En este nuevo grupo, van también mujeres y niños, como ocurrió con otro grupo que salió el viernes pasado, en tanto que el grueso de las caravanas migrantes que hace 14 días empezaron a llegar a la ciudad se mantuvieron dentro de las instalaciones del albergue, donde desayunaban.
Durante la marcha se escucharon varios cánticos de agradecimiento a México y lemas como "los migrantes no somos criminales".
En esta ocasión, al grupo se sumaron, además de observadores de grupos de Derechos Humanos, políticos de esta ciudad, mientras que a pocos kilómetros nadie acudió a la llamada de grupos contrarios a la migración que convocaron a otra manifestación.
Paralelamente, en el Parque Larsen de San Diego (EEUU) se celebró una marcha en apoyo a los migrantes.
Hondureños y salvadoreños
Desde mediados de octubre varias caravanas de migrantes de Centroamérica -en su mayoría hondureños y salvadoreños- recorren el país con el afán de llegar a Estados Unidos.
En total se calcula que son al menos 9.000, si bien cerca de 1.900 regresaron a sus países voluntariamente, según un boletín publicado por el Instituto Nacional de Migración (INM).
Miles de ellos -al menos 4.700- se encuentran ya en la fronteriza ciudad de Tijuana a la espera de poder pedir asilo a Estados Unidos, ante la atenta mirada del jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, totalmente opuesto al fenómeno.