Decenas de manifestantes intentaron asaltar este sábado la sede del Gobierno de Albania en una protesta masiva convocada por la mayor fuerza de la oposición, el Partido Democrático (PD), para pedir la dimisión del primer ministro socialista, Edi Rama, y la convocatoria de elecciones anticipadas.
Al menos seis personas han resultado heridas durante la protesta, cuatro de ellas manifestantes con problemas respiratorios debidos a la inhalación de gases lacrimógenos y otros dos agentes de Policía con lesiones leves, según fuentes sanitarias.
El incidente comenzó cuando algunos manifestantes lanzaron cócteles molotov y piedras contra la entrada del edificio y rompieron el cordón policial, llegando a destrozar un andamio que cubría la entrada y los cristales de la puerta principal, tras lo cual la Policía respondió con gases lacrimógenos.
Decenas de manifestantes rodearon la entrada del edificio y algunos incluso treparon por lo que quedaba del andamio que cubría la puerta, mientras otros alzaban la bandera del PD ante la sede del Gobierno socialista.
La Policía lanzó gases lacrimógenos contra los manifestantes de forma repetida, mientras ellos intentaban entrar a la sede de distintas formas, a través de un lateral o por una ventana.
El presidente del país, Ilir Meta, pidió contención para evitar las confrontaciones y la violencia y recordó que "los ciudadanos deben protestar libremente y respetar las instituciones".
Por su parte, el líder del PD -de centro derecha-, Lulzim Basha, acusó a Edi Rama de estimular y provocar la violencia, ya que según él los agentes apostados frente al edificio provocaron a los manifestantes y después no opusieron resistencia.
"Si (Rama) no dimite antes de esta noche el pueblo le va a agarrar para tirarle al río", amenazó Sali Berisha, exprimer ministro y expresidente del país y de este mismo partido.
Unos 1.300 agentes han sido movilizados para garantizar el orden público en la capital de Albania. Según los organizadores, unas 50.000 personas acudieron desde todo el país en los autobuses que fletaron para ir a la protesta en Tirana contra Rama.
Aunque de momento la Policía no ha proporcionado datos de participación, los organizadores han defendido que se trata de una de las protestas más masivas desde la caída del comunismo.
Tanto el PD como su aliado de izquierda en la oposición, el Movimiento Socialista para la Integración (LSI), acusan a Rama de corrupción, "dirigir una banda criminal", haber hundido al país en la pobreza y haber llegado al Gobierno comprando votos con dinero del crimen organizado.
Rama, primer ministro desde 2013 y cuyo Partido Socialista ganó las elecciones generales en 2017 con una mayoría abrumadora, se encuentra este sábado en la turística ciudad de Vlora, desde donde ha acusado a la oposición de intentar arrebatarle el poder mediante la violencia.