La primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, anunció este sábado cambios en la ley de posesión de armas, después del atentado contra dos mezquitas de Christchurch que el viernes causó 49 muertos.
"Mientras siguen los trabajos para esclarecer la secuencia de hechos que llevaron a la posesión de la licencia de armas y de esas armas, les puedo asegurar ya esto: nuestras leyes de armas van a cambiar", dijo Ardern en rueda de prensa.
La mandataria indicó que el detenido por el asalto, el australiano Brenton Tarrant, de 28 años, estaba en posesión de cinco armas, incluidas dos semiautomáticas, que compró tras obtener el permiso correspondiente en noviembre de 2017.
Ardern aseguró que ante esta situación habrá una "rápida respuesta" de su gobierno y aseguró que la prohibición de posesión de armas semiautomáticas es "sin duda una de las cuestiones que considero con efecto inmediato".
El acusado, definido como un "terrorista extremista de extrema derecha" y que no tenía antecedentes penales, compareció hoy ante un tribunal de Christchurch donde fue imputado con cargos de asesinato. Otras dos personas permanecen bajo custodia policial mientras se investiga su implicación en el atentado.
Declara ante el tribunal
Uno de los detenidos por los tiroteos ha comparecido este sábado ante un tribunal. Brenton Harrison, un australiano de 28 años, ha sido imputado con un cargo de asesinato por la matanza, en la que también resultaron heridas de bala 48 personas, incluidos niños.
Las autoridades neozelandesas prevén imputar más cargos al detenido, al que el juez decretó prisión provisional hasta que comparezca de nuevo ante el tribunal el próximo 5 de abril.
El presunto autor, con ropa blanca de preso y con grilletes en las manos y los pies, hizo un gesto con las manos propio de los grupos de supremacía blanca flanqueado por dos policías en el tribunal del distrito de Christchurch.
La policía indicó que no busca a ningún otro sospechoso por los atentados, si bien no descartó que hubiera más personas implicadas, mientras que la primera ministra aseguró que el país mantiene el estado de alerta.
Once heridos continúan "muy graves"
Once personas siguen en la unidad de cuidados intensivos en Nueva Zelanda. En total, 39 personas siguen ingresadas en el hospital tras el asalto, entre los cuales dos menores de 2 y 13 años, si bien la mayoría son hombres de entre 30 y 40 años que sufrieron múltiples heridas de bala, indicó Ardern en rueda de prensa.
La primera ministra dijo que se trabaja para identificar a todos los muertos y que espera que antes de que termine la jornada se hayan podido retirar los cadáveres que aún yacen en las mezquitas para devolverlos a sus familias.
También señaló que personal de enlace con comunidades étnicas prestan apoyo a la comunidad afectada y que su gobierno trabaja con el de varios países para agilizar los trámites de repatriación.
"Nuestra foco de atención ahora es asegurar que el proceso funerario concuerda con la fe musulmana a la vez que se atiende a estas circunstancias sin precedentes y a las obligaciones de los forenses", dijo Ardern.
Entre los fallecidos hay personas de Jordania, India, Pakistán, Bangladesh y Siria, indicó la primera ministra, quien por la mañana visitó a miembros de la comunidad musulmana de Christchurch a los que garantizó el apoyo de su gobierno más allá del atentado.
"Nuestra muestra de solidaridad no se limita al aquí y ahora. Nueva Zelanda es el lugar que todos queremos por su inclusividad, diversidad y me tomo como misión personal como primera ministra defenderlo mientras esté en el cargo", dijo Ardern durante la visita.
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