Venezuela volvió a quedarse este lunes sin luz con dos nuevos apagones que han afectado a la práctica totalidad del país, casi tres semanas después del mayor corte eléctrico que recuerda esta nación sudamericana, que vive sumida en una profunda crisis política.
Calzadas y calles de Caracas con los semáforos apagados volvieron a llenarse con trabajadores y estudiantes que tenían que adelantar la hora de regreso a casa poco después de las 13.23, hora local (17.23 GMT), cuando gran parte de la ciudad se quedó sin electricidad y varias líneas del metro sin servicio.
El primer apagón de este lunes volvió a hacer sudar frío a los venezolanos ante el recuerdo aún fresco del masivo apagón que el pasado día 7 dejó paralizado el país durante casi una semana.
Como ya hiciera con el anterior suceso, el Gobierno de Nicolás Maduro aseguró que la red eléctrica falló por un ataque, en esta ocasión contra el sistema de transmisión de electricidad desde la hidroeléctrica de Guri, la principal del país.
"Se atacó una de las líneas que viene de Guri y al mismo tiempo se atacaron a través de medios electromagnéticos, se atacaron líneas que distribuyen la electricidad, la energía desde el centro al occidente del país", indicó la vicepresidenta Delcy Rodríguez en una comparecencia en la televisión del Estado.
La vicepresidenta destacó que el suministro se recuperó "en tiempo récord" y que a las 20.15, hora local (00.15 GMT del martes) "prácticamente" todo el servicio a nivel nacional estaba recuperado.
Sin embargo, menos de dos horas después un nuevo apagón volvía a dejar sin luz a Venezuela en medio de la noche.
El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, alegó de nuevo un ataque para explicar la interrupción del suministro de energía.
"Se perpetró exactamente a la 21.50 de la noche (1.50 GMT) un ataque de magnitud en el patio de los autotransformadores de la central hidroeléctrica Guri, estamos evaluando en este momento el alcance del daño que se generó allí", dijo el ministro.
Señaló que como consecuencia del ataque se "generó una caída de la transmisión de las líneas muy importante que se distribuyen desde el Guri", aunque no precisó el impacto que ha tenido la interrupción del suministro eléctrico en todo el país.
Rodríguez pidió "tranquilidad" y "confianza" a la población y aseguró que todos los equipos de la empresa eléctrica Corpoelec se encuentran trabajando para lograr "vencer en esta guerra eléctrica y en este ataque concreto que se realizó en contra de la tranquilidad del pueblo de Venezuela".
El presidente del Parlamento, Juan Guaidó, reconocido como presidente encargado de Venezuela por más de medio centenar de países, reaccionó al primer apagón responsabilizando al "régimen" de Nicolás Maduro.
"Mienten para no asumir su responsabilidad en esta crisis homicida. Y además están poniendo en riesgo lo poco que queda en pie de la infraestructura eléctrica nacional", dijo Guaidó en la red social Twitter.
El líder opositor aseguró que el primer apagón afectó al menos 17 estados y que se perdió el suministro en el 57 % del país.
"Aunque pretendan ocultar lo que el pueblo vive a diario con falsas acusaciones, todos sabemos qué hay detrás del apagón de hoy", dijo.
Los cortes de electricidad han sido habituales en los últimos años en Venezuela.
El Gobierno de Maduro ha acusado reiteradamente a la oposición de sabotaje e incluso en 2013 ordenó la militarización del servicio eléctrico y dictó una emergencia en el sector.
Hace dos semanas el gobernante aseguró que el apagón del día 7 se debió a un sabotaje a la sala de control de la central hidroeléctrica de Guri, y dijo además que había habido ataques "electromagnéticos" contra el sistema eléctrico.
La oposición venezolana afirma que el Gobierno de Maduro es el responsable de los fallos en el sistema y señala que la ineptitud y la mala gestión de los millonarios recursos destinados al sector eléctrico son las causas reales de estos cortes.