La historia de amor de Kara Troy Robbins y Jeannine Gayane parece sacada de una película hollywoodense ambientada en la Segunda Guerra Mundial. Ambos se conocieron durante el conflicto cuando Troy llegó a Francia. Él fue uno de los miles de soldados que participaron en el desembarco de Normandía.
Durante el breve periodo de tiempo en el que el estadounidense permaneció en la aldea en la que vivía Gayane, estuvieron juntos. Sin embargo, tras unas semanas de romance, Troy fue llamado para volver al frente y tuvieron que despedirse.
Tras su partida, Gayane comenzó a aprender un poco de inglés por si su querido soldado regresaba a Francia cuando terminase la guerra. Pero ese momento nunca llegó. "Le dije que tal vez volvería y la llevaría conmigo, pero no fue así", cuenta Troy. Tampoco la escribió, no retomaron el contacto: "Ya sabes, cuando te casas, no es fácil escribir", se justifica.
Gayane recuerda el momento en el que se fue: "Cuando subió al camión lloré mucho, estuve muy triste". Finalmente ambos rehicieron sus vidas, se casaron y formaron una familia. Ella en Francia y él en Estados Unidos.
El reencuentro
Ahora, con motivo del 75º aniversario del desembarco, su historia ha resurgido. Kara Troy iba a formar parte de los veteranos que acudirían al acto de conmemoración. Cuando una asociación fue a su casa para conocerle y ver las pertenencias que conservaba de la guerra, se encontraron una fotografía de Jeannine Gayane oculta entre los papeles.
Él contó la historia y la cadena de televisión, France 2, no dudó en investigar qué había sido de aquella mujer. Cuando le preguntan sobre ella, Troy dice que Gayane probablemente estará muerta. Entonces le dan la noticia: "Está viva, la hemos encontrado", le cuenta la periodista. Él no se lo cree, "está viva" le repiten. Emocionado, da un beso en la frente a la mujer.
Jeannine Gayan tiene ahora 92 años y vive en una residencia en Montigny-les-Metz, en Monsela. Es viuda, al igual que Troy.
Cuando se encuentran no dejan de darse besos y hacerse caricias en la cara y los brazos. Los dos se repiten constantemente que se quieren. "Siempre te he amado, siempre", le dice Troy a Jeannine. "Yo también lo amo, siempre pensé que volvería", confiesa ella.
Su reencuentro dura solo unas horas. De nuevo, Troy se marcha en un coche. Jeannine se levanta de su silla de ruedas y mete la cabeza en el coche para despedirse de él. Durante un instante se besan y acarician emocionados. Troy no es capaz soltarla: "Jeannine, te quiero, mi amor", le dice, e igual que hace 75 años, los dos prometen volver a verse.