Epstein colgado en su celda: el 'segundo suicidio' del magnate abandonado por sus amigos
Rechazado por Trump y el dueño de Victoria's Secret, aparece muerto poco después de que un juez ordenara publicar documentos con secretos de sus violaciones.
11 agosto, 2019 02:08Noticias relacionadas
El conocido millonario Jeffrey Epstein, de 66 años, vivió una vida a todo tren, rodeado de lujo y de algunas de las personas más influyentes del mundo. Este sábado, Epstein ha sido encontrado muerto en la celda del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan (Nueva York) donde cumplía prisión acusado de un presunto delito de abusos sexuales a decenas de niñas.
Todo indica que ha sido un suicidio, pero la muerte del magnate se ha visto envuelta en controversia dado que, aparentemente, Epstein ya trató de suicidarse el pasado 23 de julio y en ese momento fue trasladado a una unidad especial dentro de la prisión para prevenir estos actos. El fiscal general de EEUU, William Barr, ha asegurado estar "horrorizado" de que los hechos hayan ocurrido bajo custodia del Gobierno federal.
Mansiones, mujeres, contacto con personajes influyentes... Durante muchos años, el millonario vivió en una burbuja en la que se creía intocable. Sin embargo, a pesar del desenfreno en el que acabó viviendo, los orígenes de Epstein habían sido humildes. Nació en el distrito de Brooklyn, en el Nueva York de 1953, en una familia de clase media. Tras graduarse en la escuela superior, Epstein comenzó a estudiar matemáticas y ciencias en dos universidades, pero en 1974 dejó definitivamente los estudios sin concluirlos.
Pese a ello, en la veintena enseñó cálculo y física en la elitista escuela superior Dalton en Nueva York, entre el 1973 y el 1975, donde dio clases al hijo de Ace Greenberg, que entonces era el presidente de la junta de directores del desaparecido banco de inversiones Bear Stearns, y fue amigo también de su hija.
En ese momento es cuando su vida comienza a cambiar. En 1976 dejó la escuela para trabajar en la compañía de Greenberg, de la que llegó a ser también un socio, y donde aconsejó con éxito a los clientes de la firma sobre las implicaciones fiscales de sus inversiones. De esa forma Epstein logró generar importantes contactos con las personas más poderosas en EEUU, y en 1981 dejó la firma para después fundar su propia empresa, J. Epstein & Co.
"Si no conocías a Epstein o Trump eras un don nadie"
Tal y como se ha podido saber, su firma únicamente aceptaba clientes con activos a partir de los 1.000 millones de dólares. Sus nombres han sido mantenidos en secreto, según ha recogido la CNN, que destaca que el único cliente identificado ha sido Les Wexner, fundador de la marca de ropa The Limited, que incluye la marca Bath and Body Works y, sobre todo, la firma de lencería Victoria Secret.
Epstein amasó así una gran fortuna que le llevó a tener propiedades inmobiliarias en diversos países, con una gran mansión en su natal Nueva York y otra en Florida. En esos ambientes, entre las personas con las que llegó a relacionarse hace años figuró el actual presidente de EEUU, Donald Trump, el expresidente Bill Clinton o el príncipe Andrés de Inglaterra, entre otros.
"En aquellos días, si no conocías a Trump y no conocías a Epstein, eras un don nadie", explica al periódico The Times el profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard, Alan Dershowitz, que posteriormente trabajó en el equipo de defensa de Epstein cuando fue acusado de sexo ilegal con menores.
Trump: "Es un tipo estupendo"
Y es que ya en 2008 fue acusado de abusar sexualmente de varias adolescentes en una de sus mansiones, en Palm Beach (Florida), pero tras un acuerdo con la Fiscalía del Sur de Florida para poner fin a la investigación que podría haberle llevado a una condena de cadena perpetua, se declaró culpable de cargos menores.
El millonario fue entonces condenado a 13 meses de cárcel y llegó a un acuerdo económico con las víctimas con la ayuda del fiscal Alexander Acosta. El mismo que hasta este viernes, cuando presentaba su dimisión, ha sido el secretario de Trabajo del presidente Donald Trump.
Desde su arresto, muchos de los que hasta ahora eran amigos o conocidos suyos, han realizado declaraciones en su contra. El primero de ellos, el propio Trump, que si bien en 2002 calificaba a Epstein de "tipo estupendo y muy divertido", el pasado martes daba una versión de su relación con el magnate encarcelado diametralmente opuesta: “Tuve una pelea con él. No hemos hablado en 15 años. Yo no era muy fan suyo, eso lo puedo decir”. “Lo conocía como lo conocían todos en Palm Beach”, afirmaba Trump.
También el empresario Les Wexner aseguraba hace unos días haber sido "engañado" por Epstein. “Ahora sé que mi confianza en él estaba muy fuera de lugar, y lamento profundamente haberme cruzado en su camino”, afirmaba.
Suicidio envuelto en controversia
Este año, la Fiscalía federal para el distrito sur de Nueva York volvió a acusar a Epstein de abuso de menores y, aunque intentó salir en libertad ofreciéndose a pagar una fianza de 100 millones de dólares, el tribunal lo rechazó por su peligro inminente de fuga y por considerarlo un riesgo para la comunidad.
El pasado julio y estando ya en prisión, fue hallado inconsciente dentro de su celda y con marcas en el cuello. La investigación determinó que había tratado de suicidarse, y en ese momento fue trasladado a una unidad en aislamiento y bajo medidas especiales, sin acceso a objetos como sábanas que puedan ser utilizadas para hacer una soga.
Pese a ello, Epstein, ha sido hallado colgado este sábado en su celda y su muerte ha generado mucha ruido sordo entre sus antiguso socios y amigos. ellas la del fiscal general de EEUU, William Barr, quien además de "horrorizado" ha dejado en entredicho las evidencias suicidas de las circunstancias en que fue hallado el cuerpo del extodopoderoso magnate neoyorquino: "La muerte de Epstein levanta serias interrogantes que deben ser contestadas", dijo Barr en un comunicado, en el que aseguraba que además de la investigación del FBI, el Departamento de Justicia también llevará a cabo la suya. Acaso no sólo Epstein se quería muerto a sí mismo.