Berlín

A la canciller Angela Merkel no le llegan buenas noticias desde el este alemán. El domingo, a la jefa del Gobierno germano le tocaba encajar dos golpes asestados por la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) en Brandeburgo y Sajonia. En esos dos Länder, los partidos de la 'gran coalición' mantienen el poder con no pocas dificultades tras los comicios regionales celebrados allí del domingo.

El auge de AfD ha llevado a la formación ultra a luchar políticamente cara a cara con la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y con el Partido Socialdemocracia de Alemania (SPD). En Sajonia y Brandeburgo la ultraderecha quedaba como segunda fuerza política el domingo, un día que desde la propia AfD se calificó de “histórico”. El término lo empleaba Jörg Urban, candidato en Sajonia a presidente del partido ultra.

En Sajonia, una región en la que los cristianodemócratas gobiernan desde hace prácticamente 30 años, la CDU sumaba el domingo un 32% de los votos, según las primeras estimaciones. Es un 7,4% menos que lo que la CDU registró en los comicios anteriores, celebrados en 2014.

AfD, por su parte, conseguía su mejor resultado en esas elecciones celebradas en suelo sajón. Logró hacerse con un 27,5% de los votos. En Brandeburgo, Land donde los socialdemócratas han gobernado en las últimas tres décadas, el SPD se hacía con un 27,5% de los votos, un 4,4% menos que en la anterior cita con las urnas. La ultraderecha, en Brandeburgo, se quedaba con un 22% del apoyo del electorado.

Algo de alivio

En el SPD y la CDU podían respirar con algo de alivio el domingo tras haber despejado en sus bastiones el fantasma de una eventual victoria de AfD. La sensación de amenaza era especialmente fuerte en Brandeburgo, donde finalmente su presidente, el socialdemócrata Dietmar Woidke, se mantendrá en el poder.

Para hacerlo, tendrá que formar una coalición con izquierdistas de Die Linke y ecologistas de Los Verdes. Precisamente con Los Verdes deberá aliarse el cristianodemócrata Michael Kretschmer para mantenerse en el poder en Sajonia tras una campaña en la que se entregó a fondo y en la que fueron noticia unos fotomontajes hechos por un partido rival en los que se le veía desnudo.

“Los grandes partidos han perdido muchos votos y AfD ha crecido fuertemente en el este”, comenta a EL ESPAÑOL Nils Diederich, politólogo de la Universidad Libre de Berlín. “El ascenso de AfD muestra una evolución política en el este alemán. A saber, al principio era Die Linke el partido dedicado a capitalizar la protesta y la mirada crítica a la Reunificación alemana. Pero ahora Die Linke es el partido que más votantes ha perdido, lo ha hecho incluso por delante de CDU y SPD. Ahora el partido que se hace con los votos de protesta es claramente AfD”, abunda Diederich.

Elecciones con “ciudadanos de segunda"



Investigaciones recientes del instituto de estudios de opinión Infratest dimap dan cuenta de que, en el este alemán, incluso ahora que se cumplen 30 años de la caída del muro de Berlín, casi dos de cada tres germanos de esas regiones se considera “ciudadano de segunda”. Entre los votantes de AfD, son casi tres de cada cuatro los que dicen sentirse así.

La Reunificación, en el este alemán, ha sido un proceso ciertamente traumático para muchos. Esa zona germana ha vivido una transición del comunismo al capitalismo que supuso más que notorios y drásticos cambios socio-económicos. “Hay una diferencia cultural muy grande entre el este y el oeste de Alemania. En el este, por ejemplo, se rechazan a los inmigrantes mientras que en el oeste son, sobre todo, celebrados. En la Alemania del oeste ha habido un cambio de valores que en el este no ha tenido lugar y que sólo lentamente, muy lentamente, se va produciendo”, comenta a EL ESPAÑOL Wolfgang Gibowski, politólogo de la Universidad de Potsdam, la capital de Brandeburgo. “Es una lástima que exista un partido como AfD y que se aproveche de esa frustración en el este, pero es así”, abunda.

"Es una lástima que exista un partido como AfD y que se aproveche de esa frustración en el este, pero es así"

Esa frustración propia del este alemán de la hablan los expertos también esconde el fuerte rechazo generado a la política de asilo que implementara entre 2015 y 2016 la canciller Angela Merkel. En esos años, se estima que llegaron a suelo germano unos 1,5 millones de refugiados. Aquella situación y las medidas excepcionales que obligó a poner en marcha parecen haber costado mucho políticamente a los partidos de la 'gran coalición' que forman cristianodemócratas y socialdemócratas.

Angela Merkel ha perdido claramente en el este alemán su prestigio y por eso no ha jugado un papel importante en la campaña de Brandeburgo y Sajonia, lo que no quita que la CDU haya perdido votos en ambos Länder”, comenta Diederich, el politólogo de la Universidad Libre de Berlín.

Martin Dulig (SPD) y Michael Kretschmer (CDU), candidatos en Sajonia. Reuters

El SPD, por su parte, puede mantener el poder en Brandeburgo, pero las elecciones en Sajonia devuelven una imagen devastadora para el partido. Los socialdemócratas sajones se hicieron únicamente con un 8% de los votos. Es el peor resultado de la historia del SPD. “El SPD es el partido que lleva escrito en sus mensajes que se ocupa de los menos privilegiados de la sociedad. Pero eso no es lo que se percibe en el este de Alemania”, constata Gibowski, el politólogo de la Universidad de Potsdam.

Golpeados el domingo por el auge de la ultraderecha, aunque todavía en pie, a los partidos de la 'gran coalición' el calendario electoral no les ofrece tregua alguna, al menos de momento. El próximo mes de octubre habrá comicios regionales en Turingia, otro Land del este teutón donde a AfD los sondeos de intención de voto la sitúan por encima del 20%. Las encuestas aún ven por encima de AfD a la CDU y a Die Linke.

Del partido izquierdista es Bodo Ramelow, presidente de Turingia. A buen seguro, él también tendrá que aguantar el empujón de la ultraderecha al que sobrevivían CDU y SPD el domingo en Sajonia y Brandeburgo.