Varias familias de miembros del grupo yihadista Estado Islámico han escapado este domingo del campamento de Ain Issa, en el norte de Siria, tras retirarse de allí la Policía kurda en medio de la "inestabilidad" por el avance de las tropas turcas, según ha informado el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La ONG informó en un comunicado de que el campamento, situado en el distrito de Tel Abiad, acoge a unas 1.000 familias de la formación yihadista y confirmó que "varias" de ellas han huido, sin ofrecer un número concreto.
Las fuerzas kurdas se retiraron del campo para tomar parte en la defensa del territorio ante el avance de las tropas turcas y proturcas, en medio de bombardeos en los pueblos aledaños a Ain Issa, según la ONG, con sede en el Reino Unido pero una amplia red de colaboradores sobre el terreno.
Sólo en las áreas rurales que rodean Tal Abiad y la cercana Ras al Ain más de 130.000 personas han tenido que huir de sus hogares, según un informe de situación difundido esta madrugada por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Además, alerta de que la escasez de agua en la capital homónima de la provincia de Hasaka y sus alrededores se está deteriorando "rápidamente" y tornándose "crítica", lo que afecta ya a unas 400.000 personas, casi un cuarto de ellos residentes en campamentos.
Turquía pretende arrebatar el control kurdo
El ejército turco comenzó la invasión del norte de Siria el pasado día 9, después de que Estados Unidos, aliado de los kurdos en la guerra contra el Estado Islámico anunciara su retirada de la zona ante la inminencia de la operación, lo que ha sido considerado como una "traición" por las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), que lideran los kurdos.
La invasión alcanza la práctica totalidad de los 480 kilómetros de línea fronteriza controlada por los kurdos, especialmente en las localidades de Ras al Ain y Tal Abiad, donde se vienen produciendo constantes bombardeos aéreos y de artillería.
Turquía quiere arrebatar a los kurdos el control de 480 kilómetros de largo y 30 kilómetros de ancho de lo que ha denominado "zona de seguridad" para sacar de allí a las FSD y a su principal grupo, las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), a la que considera una organización terrorista vinculada con la guerrilla del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK).
El Gobierno turco ha anunciado que tiene intención de ubicar allí a alrededor de 2 millones de refugiados sirios, una población árabe diferente de la conformación étnica mayoritariamente kurda de esa zona.