Final de partida para Boris Johnson. El primer ministro británico, se da por vencido y tras varias derrotas en el Parlamento a su brexit ha anunciado hoy que va a intentar convocar unas elecciones generales anticipadas en el Reino Unido que se celebren el próximo 12 de diciembre.
El condicional se debe a la ley británica de adelantos electorales, en teoría las legislaturas son de cuatro años y los anticipos electorales sólo son posibles si el Parlamento los refrenda en una votación. Debido a la aritmética de la cámara, los conservadores no tienen mayoría y necesitarían el apoyo de otros partidos para que los nuevos comicios se celebren.
Vista la retórica parlamentaria de Jeremy Corbyn en las pasadas semanas, es previsible que el líder laborista vea el órdago del primer ministro y acepte ir a elecciones.
En una entrevista con la cadena BBC, el primer ministro afirmó que otorgará más tiempo a los diputados para debatir el acuerdo del brexit, pero solo si aceptan respaldar su llamada a las urnas.
Se trata de una jugada parecida a la de Theresa May, que adelantó las elecciones al poco de su llegada a Westminster con la excusa de necesitar una "posición reforzada" para negociar con Bruselas el 'brexit'. No salió como esperaba.
En esta ocasión, las elecciones también tendrán el eje del brexit, pero en esta ocasión el primer ministro se afanará en culpar al Parlamento como culpable del bloqueo eterno del brexit.