Al menos setenta soldados de las Fuerzas de Defensa y Seguridad (FDS) nigerinas han muerto en un ataque terrorista contra su cuartel en Inates, cerca de la frontera maliense, según dijo a Efe hoy por teléfono una fuente militar presente en el lugar de los hechos.
Ante la gravedad de la situación, el presidente, Issoufou Mahamadou, acortó hoy su visita a Asuán (Egipto) y anuló su desplazamiento a Pau (Francia), donde el presidente galo, Emmanuel Macron, había citado a los jefes de Estado de cinco países del Sahel para discutir sobre la estabilidad en la zona y la presencia francesa.
Eran varias decenas los atacantes, fuertemente armados y supuestamente procedentes del vecino Mali, los que en las primeras horas de la noche del martes se presentaron en Inates y rodearon el cuartel de las FDS.
La fuente aseguró que llegaron discretamente en pequeños grupos en motos y vehículos todoterreno, y cuando tuvieron el cuartel rodeado, comenzaron a disparar desde todos los ángulos.
Gracias al efecto sorpresa, pudieron penetrar en el cuartel y siguieron disparando contra los efectivos. "Hemos perdido, como poco, a setenta soldados en los enfrentamientos, y tenemos a cerca de una treinta desaparecidos", dijo la fuente, quien precisó que el comandante del puesto, Hassane Anoutab, también está entre los fallecidos.
Al concluir la batalla, los atacantes se llevaron consigo todas las armas y municiones que encontraron e incendiaron el cuartel antes de huir, sin poder llevarse a sus propios muertos, entre treinta y cuarenta cadáveres.
Segundo ataque en 6 meses
Es la segunda vez en seis meses que este cuartel de Inates es objeto de un ataque terrorista: en julio pasado, 18 soldados perdieron la vida en un ataque parecido.
Un notable de la población, que se identificó como Almou Boubacar, se quejó a Efe de la facilidad con que los atacantes atravesaron la frontera con Malí y llegaron hasta el cuartel, cuando constituían una larga caravana de vehículos que pasaron desapercibidos.
"No comprendemos cómo puede pasar algo así cuando la zona vive bajo estado de excepción desde 2017", dijo Boubacar. Este es el segundo ataque terrorista en solo tres días en la parte oeste de Níger, un país que hasta hace poco tenía el foco de la inseguridad concentrado en la región de Diffa, en el extremo sureste del país.
Como ha sucedido en el vecino Malí, ahora el terrorismo parece extenderse por distintas parte del territorio nigerino y amenaza así la estabilidad del país, uno de los más pobres del Sahel y de toda África.