El Papa, a manotazos con una mujer que le agarró bruscamente del brazo y le empujó
Mientras saludaba a los fieles en su visita a la plaza de San Pedro tras oficiar la última misa del año
1 enero, 2020 09:05Noticias relacionadas
El papa Francisco reprendió visiblemente molesto a una mujer que le agarró bruscamente de la mano y le empujó hacia ella, mientras saludaba a los fieles en su visita a la plaza de San Pedro tras oficiar la última misa del año.
La mujer, de rasgos asiáticos, se encontraba junto al resto de fieles tras las barreras de seguridad de la plaza y cuando el papa pasó frente a ella, le agarró de la mano y le atrajo repentinamente hacia ella.
Francisco trató inmediatamente de zafarse de la mujer y, tras lograrlo, le golpeó la mano en señal de reprimenda, visiblemente irritado, mientras sus agentes de seguridad se acercaba en su ayuda, aunque no tuvieron que intervenir.
O papa Francisco ficou irritado ao ser puxado por uma mulher, no Vaticano, nesta terça. Nas imagens, é possível ver que o pontífice chegou a sentir dor com o puxão. Em seguida, ele parece falar algo para ela e ainda dá um tapa na mão dela para tentar se desvencilhar. #Metrópoles pic.twitter.com/tvzhDzQffN
— Metrópoles (@Metropoles) December 31, 2019
El encontronazo se produjo en la plaza de San Pedro del Vaticano, adonde el pontífice argentino llegó para visitar el árbol y el Portal de Belén instalados durante el periodo navideño.
Esto instantes después de oficiar la última misa del año, la de las primeras vísperas de la Solemnidad de María Santísima Madre de Dios y de agradecimiento por el año 2019.
"Perdemos la paciencia"
El papa Francisco pidió perdón públicamente por reprender a la mujer que le agarró. "Muchas veces perdemos la paciencia, también yo. Pido perdón por el mal ejemplo de ayer", señaló Francisco desde la ventana del palacio apostólico y momentos antes del rezo del Ángelus.
El papa ofició la primera misa del año en la basílica de San Pedro del Vaticano y ofreció una homilía en la que condenó con firmeza la violencia, la humillación y las ofensas que sufren con frecuencia las mujeres.
Después acudió al palacio apostólico vaticano para rezar el Ángelus junto a los congregados en la Plaza de San Pedro