"Una enorme victoria" es como describió el primer ministro en funciones de Israel, Benjamín Netanyahu, las elecciones del lunes, mientras su rival centrista, Beny Gantz, pidió esperar a los resultados finales que aclaren si es posible una mayoría parlamentaria.
"Esta victoria es más dulce que la primera victoria en 1996 (cuando ganó por primera vez unos comicios). Esta es una victoria contra viento y marea", exclamó Netanyahu en la sede electoral ante cientos de simpatizantes que le gritaban: "Te amamos".
Los congregados en la sede gritaron contra el fiscal general del Estado, Avichai Mandelblit, por el que Netanyahu se sentará en el banquillo en dos semanas acusado de corrupción, y contra la posibilidad de un gobierno de unidad con Azul y Blanco de Gantz.
"Hace poco hablé con todos los líderes de las facciones de derecha. Lo haremos todo para formar un gobierno nacional amplio que sea bueno para Israel", declaró el líder derechista y adelantó que las reuniones comenzarán este mismo martes.
Un lento escrutinio había comenzado pero el líder del derechista Likud se mostró convencido de que se cumplirán los sondeos a pie de urna, que le otorgan entre cuatro y cinco escaños más que en las elecciones de septiembre (32).
Las predicciones son que, aunque ha superado a su rival centrista Beny Gantz de Azul y Blanco, Netanyahu no llegaría a los 61 escaños de los 120 que necesita en la Cámara para formar un gobierno de coalición con sus socios tradicionales, la ultraderecha (Yamina, 7 escaños) y los partidos ultraortodoxos (SHAS y Judaísmo Unido de la Torá, unos 9 y 7).
"Pena y desilusión"
Por su parte, el líder centrista admitió un sentimiento de "pena y desilusión" pero pidió esperar "a los resultados finales porque podrían terminar no siendo diferentes a los de abril", cuando Netanyahu ganó los comicios por la mínima pero fracasó después en su intento de formar gobierno, lo que inició el bloqueo político que dura hasta hoy.
"No es lo que queríamos que sucediera. Si estos son los resultados, no es lo que llevará a Israel al camino correcto", reconoció ante una sede casi vacía.
Gantz mantendría sus 33 escaños de septiembre, pero queda lejos de poder formar un Ejecutivo con los partidos de izquierda (Labor-Guesher-Meretz) y el apoyo externo de la Lista Unida (14), que engloba a la población árabe.
El cabeza de lista de Azul y Blanco se refirió al juicio que Netnayahu afrontará a partir del próximo 17 de marzo al afirmar que, "independientemente de los resultados de las elecciones, los procesos penales se deciden solo en la sala del tribunal".
Esta situación judicial determinará, además de los resultados electorales, si Netanyahu pueda recibir el mandato del presidente para formar gobierno. La primera vez que Israel se enfrenta a este panorama y que tendrá que dirimir el Tribunal Supremo.