La pandemia de coronavirus se prolongará hasta la primavera de 2021 y afectará a casi ocho millones de británicos. Son las catastróficas previsiones del 'dossier secreto' de la Sanidad Pública británica al que ha tenido acceso el diario The Guardian.
Este informe del sistema de salud firmado por expertos médicos augura que hasta el 80% de la población resultará infectada por el Covid-19, que podría estar circulando al menos 12 meses entre la población.
El profesor Chris Whitty, asesor médico del Gobierno de Boris Johnson, había indicado previamente que estas previsiones son el peor escenario posible y que las cifras finales de afectados serían más bajas.
Por el contrario, el documento que difunde este lunes el rotativo británico, es muy explícito sobre el alcance que puede llegar a tener la pandemia: "Se espera que el 80% de la población se haya infectado en los próximos 12 meses, y un 15% de esos contagiados (7,9 millones de personas) tendrán que ser hospitalizados"
Este 'dossier secreto' también alerta sobre las graves consecuencias que puede tener la pandemia si se extiende entre las fuerzas de seguridad los bomberos o el personal de la sanidad pública, primera línea de batalla para combatir el virus.
La estrategia de Boris
Esta llamada de atención difiere notablemente con la estrategia defendida por Boris Johnson para hacer frente a esta emergencia sanitaria. El Gobierno británico, a diferencia de otros países europeos y asiáticos, ha renunciado hasta ahora a tomar medidas drásticas como el confinamiento generalizado de la población.
Johnson ha suspendido actos masivos como eventos deportivos y congresos pero tan sólo ha pedido a la población de riesgo, mayores de 70 años, que se confine en sus casas durante semanas y que evite ir al médico si no tiene síntomas graves para evitar un colapso de la sanidad. "Es muy probable que muchas personas vayan a perder a sus seres queridos", llegó a admitir en rueda de prensa la semana pasada.
La estrategia de Boris Johnson, ya fuera de la UE, parece ser controlar el ritmo de desarrollo del virus, pero sin frenarlo por completo. "Si retrasamos el pico nuestro Servicio Nacional de Salud será más fuerte a medida que mejore el clima y menos personas sufran enfermedades respiratorias normales, haya más camas disponibles y tengamos más tiempo para la investigación médica", explicó el primer ministro.
De esta manera, esperan conseguir una especie de "inmunidad de grupo". "La inmensa mayoría de los contagiados sufrirá trastornos leves, y de ese modo conseguiremos construir cierta inmunidad de grupo para que más y más gente sea resistente a la enfermedad y reduzcamos el número de contagios", explicaba el viernes en la BBC asesor científico jefe del gobierno, Patrick Vallance.
La decisión de Johnson ha dividido a la clase política y científica del país, puesto que muchos consideran que el sistema sanitario británico no podrá atender a las miles de personas que se van a contagiar en las próximas semanas.