El presidente coreano en una intervención tras la detección del coronavirus.

El presidente coreano en una intervención tras la detección del coronavirus. Reuters

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La coreana con Covid-19 que contactó con 1.160 personas: reconstrucción de la pandemia en Daeghu

La mujer de 61 años ya con coronavirus participó en varios servicios de la iglesia de una secta religiosa que se ha convertido en el foco de afectados más importante del país.

17 marzo, 2020 13:01

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El encierro de la población en sus casas parece una medida drástica pero dada la naturaleza del virus resulta ser la única barrera para una infección masiva. De hecho, en Corea del Sur, que llevan unas semanas de ventaja en la lucha contra el coronavirus respecto a España, han investigado a los primeros pacientes para ver cómo la enfermedad se llegó a convertir en pandemia y han señalado a una sola paciente infectada que estuvo en contacto con 1.160 personas antes de su diagnóstico.

El primer caso con Covid-19 se confirmó en Corea del Sur el 20 de enero, se trató de una mujer que viajó desde Wuhan, origen de la infección. Durante cuatro semanas, lograron evitar un brote masivo haciendo pruebas y controlando los movimientos de los infectados hasta la paciente número 31, que ella sola, en los días previos a su diagnóstico, entró en contacto con 1.160 personas de las que salieron los dos grupos principales de afectados en el país: una secta religiosa en Daegu y un hospital cercano, según informa Reuters.

No está claro dónde se infectó esta mujer de 61 años, ya que no tuvo contacto previo con los pacientes diagnosticados ni viajó al extranjero, pero ya con el virus en su cuerpo y en esos cinco días previos asintomáticos, se paseó por lugares muy concurridos tanto de Daegu, la ciudad más afectada de Corea, como de Seúl.

En la reconstrucción que se ha hecho de todos sus movimientos se sabe que el 6 de febrero tuvo un accidente en Daegu y acabó en el Hospital de Medicina Oriental. Tres días después acudió a los servicios de la Iglesia de Jesús Shincheonji y que volvió el 16 de febrero nuevamente ya infectada y un día antes de su ingreso por Covid-19.

En estos servicios estuvo en contacto con cientos de personas y de hecho, esta secta religiosa ha sido uno de los focos más importante del coronavirus en Corea del Sur. Se estima que el 60% de los casos que se han dado en todo el país salieron de este templo y pudieron ser contagiados por la paciente 31.

Cuando saltó la epidemia, más de 9.400 de sus feligreses fueron aislados y controlados por las autoridades sanitarias y hasta el propio fundador de esta secta religiosa dio positivo por coronavirus.

El segundo día de febrero que esta mujer de 61 años acudió a los servicios ya se sentía mal y tenía fiebre. Un día antes, el 15 de febrero, había acudido al médico y en el hospital le sugirieron que se hiciera las pruebas del coronavirus, dentro de la política que llevó a cabo Corea del Sur de realizar los controles de detección al mínimo síntoma.

Sin embargo, según fuentes hospitalarias, la paciente número 31 se negó y optó por irse a comer con un amigo al buffet de un hotel, concurrido y lleno de gente con la que estuvo en contacto sin ningún tipo de protección. Dos días después de esta comida los síntomas fueron a más y la mujer volvió al hospital donde finalmente le hicieron la prueba: positivo por Sars CoV-2.

El 18 de febrero, ya hospitalizada, anunciaron que se trataba de la paciente número 31 en Corea pero en sólo unos días el número de infectados en el país subió a más de 1.000 sobre todo de gente cercana a la Iglesia Shincheonji y a sus alrededores. Y en 11 días se llegó a los 3.000 infectados.

1.200 infectados en la iglesia

El propio Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Corea (KCDC) realizó una lista con más de 9.300 personas que asistieron a los dos servicios religiosos en los que participó la paciente 31, de las cuales cuatro días después alrededor de 1.200 ya se habían quejado de los síntomas del virus

Una exmiembro de esta secta religiosa explicó a Reuters que no le extrañaba el alto contagio en el grupo puesto que "puede haber prácticas dentro de una iglesia, como llorar o cantar, que fomentan la transmisión a través de la saliva o las lágrimas".

El propio director de la KCDC aseguró que el hecho de que "muchas personas estuvieran sentadas juntas en un espacio muy reducido durante un servicio por más de una hora" habría llevado a que "unos pocos que estuvieron expuestos a infectar a muchos otros".

Por su parte, en declaraciones al periódico local JoongAng Ilbo, la mujer de 61 años negó que los médicos le hubieran aconsejado que se hiciera la prueba. Sin embargo, el hecho es que a partir de su asistencia a la iglesia, a comer, a pasear e incluso al hospital, se dispararon en miles los casos de infectados.

Corea del Sur es uno de los países en los que se mira España para intentar controlar la pandemia. Si el 29 de febrero, el país asiático llegó a registrar 909 casos en un día, este pasado lunes sólo se informó de 74 nuevos enfermos, llegando a un total de 8.200. Sin embargo, allí prefieren ser de momento cautos y no cantar victoria todavía. La autoridades coreanas insisten en que es pronto para saber si su modelo ha sido el correcto o no y piden que la población siga recluida.

Una polémica iglesia

La secta religiosa a la que pertenecía la paciente 31 ha sido uno de los focos más polémicos en Corea del Sur. Muchos han criticado el oscurantismo de una organización que, según denunciaban, no estaba colaborando con las autoridades.

Sin embargo, representantes de Shincheonji informaron a Efe de que han presentado los nombres de todas las personas que asistieron a los mismos servicios que la mujer de 61 años que estuvo en contacto con ellos ya contagiada.

Ademas, sus líderes han negado las afirmaciones de grupos cristianos populares que dicen que Shincheonji es una secta mesiánica 'apocalíptica' marginal envuelta en el secreto, que obliga a sus asistentes a renunciar a sus trabajos y a sus relaciones con la familia, y que de alguna manera evangeliza a las personas mediante el engaño, y han demostrado que todo eso es falso.

Denuncian que en un momento en que los miembros deben ser considerados víctimas y recibir ayuda, la Iglesia en su conjunto está experimentando discriminación a nivel local y nacional, no puede obtener licencias de construcción y afronta un escrutinio por practicar su fe cristiana.

"Los miembros de Shincheonji generalmente no se reconocen en las noticias que leen en los medios. Por ejemplo, no consideran que su fundador, el presidente Lee Man Hee, es Jesús en su segunda venida o un Dios. Publicar esas afirmaciones sin verificar muestra que algunos medios no han hecho su trabajo y solo confiaron en fuentes hostiles", dijo el señor Kim Shin Chang, director general del Departamento de Relaciones Internacionales de la sede de Shincheonji.

Algunos coreanos acusaron a los miembros de ser súperpropagadores que rechazan las pruebas médicas y ocultan su identidad. "Eso tampoco es cierto. A todos los miembros se les indica que se sometan a una cuarentena por su cuenta y se hagan las pruebas. Tampoco es verdad que no se permite a los miembros usar mascarillas o anteojos, ni que consideran que estar enfermos es un pecado", han querido dejar claro.