Han pasado algo menos de tres meses desde que se comenzaron a registrar casos de una "neumonía de origen desconocido" en China que pronto se identificaría con un nuevo coronavirus (SARS-CoV-2), pero las consecuencias del Covid-19 ya han superado las de otras graves epidemias vividas en los últimos años. Incluido el número de muertes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) informó el lunes 23 que 14.511 personas con coronavirus han muerto desde el inicio del brote. En este tiempo ya han fallecido más personas que durante la epidemia del ébola que se produjo entre 2014 y 2016, y que dejó, según la OMS, 11.310 víctimas mortales.
Asimismo, el número de infectados por coronavirus también supera ampliamente al de contagiados por ébola con 332.996 -100.000 en los primeros 67 días desde que se calificó como pandemia- y 28.646 casos respectivamente.
Pero, a pesar de la relevancia de estos datos, cabe destacar que ambas enfermedades son muy diferentes y las circunstancias en las que se ha producido su expansión también divergen.
Seis años desde la crisis del ébola
El 23 de marzo de 2014, hace ya seis años, el gobierno de Guinea informó a las autoridades sanitarias internacionales de que se había producido un brote de ébola que en ese momento parecía controlado. Sin embargo, en julio de ese mismo año la OMS lo declaró emergencia pública sanitaria internacional por el nivel de virulencia que alcanzó.
La crisis se concentró en África Occidental y afectó principalmente a Guinea -donde se registraron 3.811 casos-, Sierra Leona -14.124- y Liberia -10.675-. Rápidamente llegaron imágenes de los de montones de cadáveres que eran enterrados en fosas comunes y a los que la población no podía tocar; sanitarios cubiertos de arriba a abajo tratando a los pacientes; puestos sanitarios instalados de emergencia y voluntarios desinfectando todas las instalaciones.
Con todo, la crisis del ébola no llegó a convertirse en pandemia y solo saltó a países de otros continentes por los casos de enfermos que eran repatriados como ocurrió en España con Miguel Pajares. El sacerdote murió en agosto de ese año en el Hospital Carlos III de Madrid, donde se contagió la auxiliar de enfermería, Teresa Romero.
Puede haber varios motivos por los que el ébola no se expandió tanto por el mundo como lo ha hecho el coronavirus. El principal es la forma en la que se contagia. En el caso del ébola el nivel de contagio es menor ya que se produce a través de fluidos corporales infectados -sangre, transmisión sexual, leche materna...-, mientras que el coronavirus se puede contagiar por vía aérea cuando una persona infectada tose, estornuda, o se toca la nariz o los ojos.
Mientras la tasa de contagio es mayor en el caso del coronavirus, la tasa de mortalidad es menor. Se puede apreciar con los datos: la tasa de mortalidad media de coronavirus en todo el mundo -con los datos actuales- es del 4,3%, mientras que en la epidemia del ébola fue de casi el 40% -y según distintos estudios. podría haber llegado al 80%-.
La gripe A: más de 100.000 muertes en un año
Aunque el número de muertos e infectados de coronavirus es muy elevado en relación al tiempo que ha pasado desde que se inició el brote, la realidad es que hace una década se vivió una pandemia que dejó más de 100.000 muertos en todo el mundo: la gripe A (H1N1).
En aquella ocasión la OMS decretó el nivel máximo de alerta de pandemia (nivel 6) dos meses después de que comenzase el brote en México -abril de 2009- y se mantuvo vigente hasta agosto de 2010.
No hay datos exactos sobre la magnitud de este virus, hay estudios que estiman que la cifra de muertos por gripe A pudo llegar a las 500.000 personas, pero desde la OMS se mantiene que la mortalidad fue baja en contraste con la gran distribución que tuvo: afectó a entre el 11 y el 21% de la población mundial.
La gripe A y el coronavirus tienen características comunes, por ejemplo, la mayoría de los fallecidos fueron personas mayores de 65 años. Asimismo, la sintomatología es parecida -tos seca, fiebre, fatiga...-. Pero a pesar de estas semejanzas, hay una diferencia clara y fundamental: había vacuna contra la gripe A.
La Unión Europea vacunó alrededor del 10% de su población. Según datos de Acta Sanitaria, en España concretamente se vacunó a casi 3 millones de personas y hubo 271 muertos en total. Lo que nos deja un escenario muy diferente al que vivimos ahora con el coronavirus.