Italia, el país más azotado por la pandemia de coronavirus, se plantea ya endurecer su cuarentena y no descarta que las severas restricciones se prolonguen.
El Gobierno de Giuseppe Conte, reunido en Consejo de Ministros este martes, ha aprobado un decreto que eleva la cuantía de las multas contra los que incumplan las medidas y otorga más poder al Ejército para hacer cumplir el confinamiento en vigor desde el pasado 11 de marzo.
Las sanciones para los que no respeten las restricciones llegarán hasta los 3.000 euros tras esta modificación, que contempla también confiscación de vehículos y penas de cárcel de hasta tres meses.
Además, las fuerzas armadas italianas van a tener un papel esencial en el cumplimiento del confinamiento y la intención del Ejecutivo es que se sigan a rajatabla las intrucciones dictadas por el premier Conte, que actuará ahora como "autoridad competente".
Un Gobierno con mascarilla y guantes
El nuevo decreto también contempla que toda actividad comercial cerrará al menos 30 días y otorga a los presidentes de las regiones la posibilidad de emitir ordenanzas específicas en virtud del grado de afectación del virus en esas zonas. Estas normas regionales deberán ser convalidadas en los próximos siete días a la publicación del decreto del Gobierno central y Conte debe dar, en última instancia, a dichas reglas.
De esta manera, Conte quiere poner fin al choque institucional entre regiones, que le reclamaban en las últimas semanas distintas medidas para hacer frente a la pandemia que se ha cobrado ya la vida de más de 6.000 personas en Italia.
El Ejecutivo se ha reunido en pleno y todos los miembros se han presentado con mascarilla y guantes, según informa el diario La Repubblica.
La nueva normativa indica además que tras expirar las actuales prohibiciones para circular por la calle, el cierre de escuelas, restaurantes o parques se podrán establecer nuevas limitaciones hasta el 31 de julio en toda Italia o partes específicas del territorio, según indica la agencia de prensa Ansa.