Estados Unidos continúa dividido por las distintas políticas para combatir el coronavirus. Mientras en algunas ciudades se mantienen las protestas contra las medidas de confinamiento, en los estados más afectados por el virus los gobernadores critican las recientes declaraciones de Donald Trump, que afirmó que ya tienen suficientes test y deberían reabrir rápidamente sus economías.
En Nueva York, los datos apuntan a que ya se ha pasado el pico de contagio, puesto que las hospitalizaciones han bajado hasta las 16.000 -desde el máximo de 18.000-, y también han disminuido el número de pacientes que necesitan ventiladores. Asimismo, el domingo se registraron 507 nuevas muertes, una cifra considerablemente menor a las más de 700 que se dieron varios días de la semana anterior.
Sin embargo, el gobernador Andrew Cuomo considera que todavía se encuentran a mitad de camino y "tenemos que asegurarnos de mantener a la bestia baja". "Si esta tendencia se mantiene, habremos superado el punto más alto y todos los indicios en este punto son que estamos en descenso", dijo en una sesión informativa, a la vez que instaba a los residentes a continuar el distanciamiento social.
Para obtener datos base del número de personas infectadas por coronavirus, Cuomo anunció que el estado haría la prueba de anticuerpos más agresiva en la nación durante la próxima semana usando una muestra aleatoria. Nueva York evaluará a 2.000 personas al día (de los 19 millones de residentes en el estado).
Estados Unidos tiene, con mucho, el mayor número de casos de coronavirus confirmados en el mundo, con más de 740.000 infectados y de 40.000 muertes.
En el país se produjo el primer fallecimiento el 29 de febrero y 38 días después -el 6 de abril- llegó a las 10.000. A partir de ahí, las muertes registradas han aumentado a una gran velocidad, puesto que solo cinco días superaron las 20.000. Igualmente, la cifra subió de 30.000 a a 40,000 de 30,000 en cuatro días después de incluir las muertes no probadas pero probables de COVID-19 reportadas por la ciudad de Nueva York.
Piden más test y aumentan los casos
Cuomo, junto con otros gobernadores, reclaman más pruebas para detectar nuevas infecciones, así como para test de inmunidad como parte de sus planes para reabrir sus estados.
El gobernador republicano Larry Hogan, de Maryland, aseguró durante una entrevista en CNN que las afirmaciones de Trump y el vicepresidente Mike Pence de que los estados disponen de muchas pruebas eran "simplemente falsas". Su homólogo del estado de Virginia, el demócrata Ralph Northam, apoyó a Hogan y calificó las declaraciones del presidente de "delirantes".
En distintas regiones del país como Maryland, Virginia o Washington D.C. los casos continúan creciendo. De igual manera, Nueva Jersey informó el domingo de que sus casos ascendieron en casi 3.900, la cifra más alta en más de dos semanas. En En Boston y Chicago también están surgiendo puntos calientes con aumentos tanto de infectados como de muertes.
Reapertura antes de mayo
En el otro extremo de la estrategia para frenar el COVID-19 se encuentran estados como Ohio, Texas o Florida, que pretenden reabrir distintos sectores económicos antes del 1 de mayo. Los gobernadores de Michigan y Ohio dijeron el domingo que podrían duplicar o triplicar su capacidad para hacer pruebas si el gobierno federal los ayudara a adquirir más hisopos y reactivos, productos químicos necesarios para los test.
Las pautas de Trump para reabrir la economía recomiendan esperar 14 días a la disminución del número de casos antes de levantar gradualmente las restricciones. No obstante, el presidente republicano pareció alentar a los manifestantes que quieren que se eliminen las medidas antes de tiempo.
El viernes escribió unos polémicos tuits en los que pedía que "liberen" Michigan, Minnesota y Virginia, todos dirigidos por demócratas. Y es que gran parte de la estrategia de Trump de cara a la releección de noviembre se basa en la prosperidad económica, algo que se puede ir al traste por el parón que ha provocado la pandemia en todo el mundo.
Tras estas publicaciones, el gobernador Jay Inslee, de Washington, redobló sus ataques contra el llamado de Trump alegando que el presidente estaba alentando a las personas a violar las leyes estatales de autoaislamiento.
"Estas órdenes son la ley de estos estados. No recuerdo ningún momento en el que hayamos visto visto que un presidente estadounidense aliente a las personas a violar la ley", declaró.
Protestas por la caída económica
Las manifestaciones para exigir el fin de las medidas de las medidas de confinamiento, que han golpeado la economía de EEUU, han estallado en algunos lugares de Texas, Wisconsin y en las capitales de Ohio, Minnesota, Michigan y Virginia. Más de 22 millones de estadounidenses han solicitado las ayudas de desempleo en el último mes.
El sábado, varias docenas de manifestantes se reunieron en la capital de Texas, Austin, cantando: "¡Estados Unidos! ¡Estados Unidos!" y "¡Trabajemos!". En Brookfield, Wisconsin, cientos de manifestantes vitorearon mientras se alineaban en una carretera principal y agitaban banderas estadounidenses para protestar por la extensión de la orden de "seguridad en el hogar" de ese estado.
Además, los asistentes, en su mayoría, ignoraron las reglas de distanciamiento social y no usaron las máscaras recomendadas por los funcionarios de salud pública.
Los legisladores estadounidenses están muy cerca de un acuerdo sobre la aprobación de dinero extra para ayudar a las pequeñas empresas afectadas por la pandemia de coronavirus y podrían sellar un acuerdo como pronto el domingo, informaron funcionarios del Congreso y de la administración Trump a Reuters.
El Congreso estableció el programa el mes pasado como parte de un plan de alivio económico de coronavirus de 2,3 billones de dólares, pero según los medios del país, no podrá disponer de más dinero para poder llevar a cabo futuras acciones.