Funerarias de los distritos de Nueva York más castigados por el coronavirus, como el de Queens, intensifican estos días la utilización de ataúdes de cartón para cremaciones debido al alto número de fallecimientos a causa de la pandemia, un material más asequible y que se quema con mayor rapidez en la incineración.
Los directores de funerarias y cementerios de la ciudad de Nueva York se esfuerzan por atender la demanda de sepelios en el epicentro de la crisis de coronavirus de Estados Unidos, pues más de 17.500 personas han muerto en la Gran Manzana de las más de 56.000 que han fallecido en el país de Covid-19, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
Tan elevado número de muertes está llevando al límite los servicios que ofrecen las funerarias a las familias en duelo. Las agencias federales y locales llegaron a enviar hace dos semanas a Nueva York alrededor de 130 camiones refrigerados para servir como morgues temporales en hospitales de todo el estado.
En ninguna parte es más evidente la tensión que en los crematorios de la ciudad de Nueva York, que atienden a una población de más de ocho millones de personas, pues se ven en la necesidad de tener que operar aproximadamente 10 horas al día.
Por ejemplo en All Souls Crematory, en el cementerio de San Miguel en Queens, ahora se programan hasta 24 cremaciones al día, en comparación con unas ocho diarias de hace solo tres semanas, según The Wall Street Journal.
En el barrio de Elmhurst, también en Queens, las funerarias de Nueva York se han visto abrumadas por un aumento masivo en el número de muertos víctimas del coronavirus y, para atender a todos los cuerpos, los crematorios en muchas ocasiones recurren a ataúdes de cartón, un material que a la vez es más económico y más rápido de quemar que la madera.