Se celebra desde hace más de 40 años y no parará ni por coronavirus. Es el Avante!, la fiesta grande del partido comunista portugués, cuyo plan de celebrarse pese a todo en septiembre ha levantado ampollas en un país en el que los grandes festivales se han suspendido por la pandemia.
Faltan tres semanas para que tenga lugar pero la fiesta ya genera fricciones en Portugal, donde las grandes citas musicales se cancelaron a raíz de un decreto que prohibió hasta el 30 de septiembre realizar "festivales y espectáculos de naturaleza análoga".
Cayeron así a principios de verano eventos como el NOS Alive o la edición de 2020 del Rock in Rio Lisboa, todo en aras de respetar "el aforo definido por la Dirección General de Salud", que intenta evitar concentraciones y con ello la propagación del virus.
Pero el Avante!, al ser definida como una iniciativa político cultural, no era alcanzada con esta enunciación del decreto y anunció que seguiría adelante con el proyecto, que suele reunir alrededor de 100.000 personas diariamente, durante sus tres jornadas de duración (los próximos días 4, 5 y 6 de septiembre).
La decisión final sobre cómo se haría, en cualquier caso, se remitió al futuro, que llega ahora, entre gran discordia en el país.
De un lado, aquellos que apelan a que las reglas son iguales para todos; de otro, quienes matizan que ésta es una cita política y que los derechos políticos no están limitados por coronavirus. El debate se caldea a pocos días de que las reglas definitivas para su celebración sean fijadas.
Reducción de aforo y horarios
En un intento de aplacar las críticas, y sometido a una fuerte presión, el PCP ha acabado por ceder en su plan inicial de realizar una edición como las demás y ha elaborado unas reglas especiales divulgadas en las últimas horas.
La primera, una importante reducción de aforo a un tercio, lo que significa que admitirá un máximo de 33.000 personas por día en el recinto del Avante!, que se extiende a lo largo de 30 hectáreas en Seixal, a las afueras de Lisboa.
El cálculo resultante es que habrá una media de nueve metros cuadrados para cada visitante, medida a la que se agrega una reducción de horarios, que se acorta una hora, según explica el partido en un comunicado remitido a Efe.
Habrá además corredores de circulación de sentido único, prometen, aunque sus normas han sido ya criticadas porque se han adoptado sin consenso previo con la Dirección General de Salud (DGS).
La DGS ha respondido que analizará el documento "en próximos días", en los que se espera el consenso final, aunque la polémica no amaina.
Críticas desde la derecha
La principal crítica ha venido de Rui Rio, el líder del PSD (centroderecha), quien dijo antes de conocer la reducción de aforo que, si fuese a la mitad, "corresponderá al estadio del Oporto o del Sporting completamente llenos" y pidió al Gobierno una decisión "en coherencia con su obligación de defensa de la salud pública".
El PCP le acusó entonces de "mala fe y deshonestidad política", y lamentó que declaraciones como éstas "solo pueden asentarse en una aversión sin límites al PCP y a su lucha por los derechos de los trabajadores y del pueblo".
También ha participado en el debate el marxista Bloco de Esquerda, cuya coordinadora, Catarina Martins, ha dicho que "en Portugal los derechos políticos no están limitados", si bien el Bloco ha cancelado su tradicional Fórum Socialismo, al final de agosto, y lo ha sustituido por pequeños actos en septiembre.
Una cita de gran relevancia en Portugal
El Avante! no es una fiesta más en Portugal. Nació en 1976 como reivindicación tras la dictadura y acabó por trascender la política, con un programa que atrae incluso a conservadores y liberales.
Conciertos, teatro, cine y, por supuesto, debates políticos forman parte de su programa, de corte también familiar, teniendo en su terreno zonas para cambiar pañales y calentar biberones.
El Avante! no es el único festival vinculado a un partido comunista en Europa -está la Festa de l'Unità en Italia y la Fête de l'Huma en Francia-, pero tiene mayor relevancia por la presencia de los comunistas en la política de Portugal.
El PCP, que ejerció la resistencia durante el salazarismo, cuenta con una autoridad moral y una legitimidad incontestable en Portugal, donde mantiene poder en estructuras sindicales y relevancia política, pese a que su peso ha ido decreciendo y actualmente reúne alrededor del 6% del voto.