Un profesor neerlandés en Róterdam se ha refugiado en un lugar seguro tras recibir amenazas y acusaciones de "blasfemia" por parte de varias alumnas por mostrar en clase la caricatura de un hombre degollado con una camiseta del semanario francés Charlie Hebdo sacando la lengua al yihadista que acaba de decapitarlo.
Según confirmó el instituto de Secundaria de Emmauscollege, el docente se encuentra escondido en un lugar seguro, después de iniciar un debate en clase sobre el dibujo "Inmortal", del caricaturista neerlandés Joep Bertrams, que llevaba cinco años colgado en un tablero del aula, junto a fotos del líder espiritual indio Jiddu Krishnamurti o la activista pakistaní Malala.
El Gobierno neerlandés pidió a las escuelas participar el pasado lunes en la conmemoración del asesinato del profesor francés Samuel Paty, lo que comenzó con un minuto de silencio, la bandera a media asta, un discurso del director del colegio, y después, algunos maestros optaron por abrir un debate sobre las caricaturas.
No era de Mahoma
Advertidas de que "había una caricatura del profeta" en el aula del profesor amenazado, varias alumnas entraron en esa clase y le exigieron que quitara el dibujo, acusándole de "blasfemia".
El maestro trató sin éxito explicarles que la imagen representaba a un yihadista, en forma de crítica al ataque en 2015 contra Charlie Hebdo, y no dibujaba a Mahoma.
Los docentes acordaron retirar la caricatura tras las tensiones con las estudiantes, pero una imagen del tablero empezó a circular por las redes sociales con el título "una caricatura de nuestro profeta", lo que atrajo insultos, pero también amenazas contra el profesor.
"Si esto no se elimina inmediatamente, haremos las cosas de otra manera", escribe una cuenta anónima en Facebook.
Según la Policía y la Fiscalía neerlandesas, se está llevando a cabo una investigación para encontrar a los autores de varias amenazas recibidas en línea contra el maestro, pero todavía no se ha arrestado a nadie.
Varios profesores han denunciado en el diario neerlandés NRC que ya no se sienten seguros acudiendo al colegio por lo ocurrido a su compañero.