Son ya tres las mujeres que acusan de violación a un exacesor del gobierno australiano, no identificado, una historia que salió a la luz la semana pasada, tras las declaraciones de la exasesora Brittany Higgins.
El escándalo de las violaciones en Camberra estalló cuando la exasesora Higgins hizo público una agresión sexual perpetrada en marzo de 2019 en la oficina de la entonces ministra de Industrias de Defensa, Linda Reynolds, por un hombre, no identificado, y quien fue despedido a raíz de esta denuncia.
Días después, el diario Weekend Australia denunció la presunta violación de una segunda mujer, que no fue identificada, por el mismo hombre tras una cena entre los dos ocurrida el año pasado.
Este lunes, el diario The Australian publicó que una mujer, que no fue identificada, fue violada en 2016 por este exasesor tras una noche de copas con otros colegas cuando se desempeñaba como voluntaria durante la campaña electoral del Partido Liberal, que lidera el primer ministro, Scott Morrison.
Además, una cuarta mujer que no fue identificada y que presentó una denuncia ante la Policía el domingo, asegura que este exasesor le acarició el muslo bajo una mesa de un bar en 2017, según la cadena australiana ABC.
El ministro especial del Estado australiano, Simon Birminghan, quien está a cargo de crear un grupo multipartidista independiente para revisar la cultura laboral en el Parlamento, admitió este lunes que las denuncias de las presuntas violaciones suponen una "carga muy fuerte" para el gobierno.
"Por ello debemos cambiar la cultura y las prácticas (laborales)", comentó el ministro Birmingham a la cadena local ABC.
Por su lado, la senadora laborista Penny Wong enfatizó en una sesión legislativa que "no hay duda de que existe un problema en el trato de las mujeres en el Parlamento y en la política", así como acusó a Morrison de emitir "palabras huecas" en un contexto en el que "no hay una cultura de responsabilidad".
Las denuncias han sacudido la escena política australiana, aunque la popularidad de Morrison, quien ha pedido disculpas por la manera en que se gestionó la denuncia de Higgins y aseguró haberse enterado del caso la semana pasada, aumentó en un punto porcentual hasta el 61%, según la última encuesta.