El líder opositor ruso Alexéi Navalny, en huelga de hambre en prisión desde el 31 de marzo pasado, ha sido traslado a un hospital para reclusos en una cárcel cercana, informó este lunes el Servicio Federal Penitenciario de Rusia (FSIN, en sus siglas en ruso).
"Se ha tomado la decisión de trasladar a A. Navalny al hospital regional para condenados, que se encuentra en el penal IK-3", señaló en un comunicado en departamento del FSIN para la región de Vladímir, donde el opositor cumple condena.
Según el FSIN, Navalny es examinado diariamente por un médico y su estado de salud "se valora como satisfactorio". "Con el acuerdo del paciente se le ha prescrito un tratamiento con vitaminas", añadió la autoridad penitenciaria.
Según dijeron los colaboradores de Navalny el fin de semana, la vida del opositor "pende de un hilo", porque tiene graves problemas de salud y no puede ver a su médico de confianza.
La esposa de Navalny, Yulia Naválnaya, le visitó la semana pasada en la cárcel y alertó de que había perdido mucho peso y hablaba con dificultad.
"Pesa 76 kilos, cuando mide 1,90. Después de mi cita con Alexéi estoy aún más preocupada por él", señaló Naválnaya. "Nunca había visto un rostro tan escuálido, pero no tiene intención de rendirse", dijo.
El opositor, de 44 años, ha perdido 16 kilos desde que ingresó en prisión, el pasado febrero, y 9 desde que comenzó su huelga de hambre en protesta por la negativa de los servicios penitenciarios a ser examinado por un médico de confianza.
El pasado día 16, en un mensaje publicado en Instagram, Navalny, que sufre además una doble hernia y una protusión discal, escribió que la autoridades del penal IK-2M, han reconocido el grave deterioro de su salud y amenazan con alimentarle de manera forzosa.
Según el médico Yaroslvav Yashijmin, que atendió anteriormente a Navalny, los exámenes de sangre que se le practicaron al opositor el pasado día 15 mostraban "niveles de potasio catastróficamente elevados".
"Un paciente con esos niveles de potasio debe hallarse en observación en una unidad de cuidados intensivos", dijo Yajishmin al portal independiente Meduza.
Este domingo, el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, advirtió a Rusia de que habrá consecuencias si Nalvani muere, a raíz de las denuncias de que su salud se está deteriorando en prisión.
Sullivan dijo que el Gobierno estadounidense ha trasmitido a Moscú que "lo que pase al señor Navalny mientras esté bajo su custodia es su responsabilidad y tendrán que rendir cuentas ante la comunidad internacional".
A su vez, el alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, dijo hoy que la situación sanitaria Navalny "es muy preocupante", después de que los Veintisiete exigiesen el domingo al Kremlin que le permita tener "acceso inmediato a profesionales médicos de su confianza".
"La situación (sanitaria de Navalny) está empeorando", dijo Borrell antes de la reunión por videoconferencia que celebran este lunes los ministros de Exteriores de Unión Europea (UE).
La UE exige la "liberación inmediata e incondicional" del opositor ruso, porque considera que su condena a dos años y medio de prisión está "políticamente motivada".