Más de año y medio después del inicio de la pandemia provocada por la Covid-19, China ha detectado el mayor rebrote desde que empezara a propagarse el virus en Wuhan, según han informado medios de comunicación del Estado. En total, desde el 20 de julio hasta este viernes 30, según los medios chinos, se han detectado 184 casos del virus, la mayoría en la ciudad de Nankín, al este del pais.
Cinco provincias diferentes y la capital, Pekín, ya han sido afectadas por los nuevos casos. El número es muy reducido, sobre todo comparado con datos de otros países del mundo, aunque para el país asiático es un número llamativo por el simple hecho de que es el mayor rebrote desde el desenlace inicial en diciembre de 2019.
Comenzó en el aeropuerto internacional de Nankín con la llegada de un vuelo proveniente de Rusia. Siete empleados de limpieza del aeropuerto -que fueron los primeros casos del rebrote- se contagiaron al limpiar el avión, según el periódico chino Global Times.
Las secuencias genéticas de estos casos coinciden con varios casos importados de Rusia que viajaron en el mismo avión el 10 de julio, esto indica que son de la misma cadena de contagio, según informaron las autoridades locales al Global Times. Posteriormente, el personal de la limpieza infectado contagió a otros empleados del aeropuerto y la cadena ha seguido alargándose.
Las autoridades chinas han reaccionado de forma estricta para frenar el aumento de casos: los 9,3 millones de habitantes de Nankín se van a someter a pruebas, miles de personas están confinadas y todos los vuelos con destino a Nankín están cancelados hasta el 11 de agosto. China ha tenido éxito en sus medidas para limitar la propagación del virus desde que estalló la pandemia, siempre según los datos oficiales.
Expertos citados por Global Times apuntan a que la rápida propagación se debe a la alta capacidad de contagio de la variante delta, y apuestan por "reforzar" la gestión de los puntos de entrada al país debido a que tanto el rebrote de Nankín como otro registrado recientemente en la provincia meridional de Yunnan "están relacionados con los casos importados".
Shao Yiming, inmunólogo del Centro de Control y Prevención de Enfermedades del país, aseguró que el rebrote de Nankín es "pequeño" y que las tasas de contagio "no están al mismo nivel" que en otros países, en parte gracias a que "se detectó en una etapa temprana y se tomaron medidas potentes".
Según la prensa local, los contagiados del rebrote son gente mayoritariamente vacunada y tan solo siete están "graves", lo que equivale al 3.8% de los casos de este rebrote.
Datos oficiales sospechosos
El número de casos y muertes por coronavirus en China, además del origen del virus, se han mirado con lupa desde el inicio de pandemia por la comunidad internacional. Son 120.469 los casos notificados oficialmente por China desde que apareció la Covid-19 y 5.635 muertes. Siendo un país de más de 1.000 millones de habitantes, son datos muy reducidos.
Radio Free Asia, medio que cuestiona las versiones oficiales del Gobierno chino, informó en marzo de 2020 de que, según los datos de funerarias, el número de muertos sería de aproximadamente 42.000 personas únicamente en Wuhan.
Este medio también se basa en los datos del registro oficial de la ciudad, que indicaba que en el último trimestre de 2019 hubo 56.000 incineraciones comparado a las 1.583 del mismo trimestre de 2018. Los veracidad de los datos oficiales es, como mínimo, dudosa.
Dudas con la vacuna
En abril de este año, el director del Centro de Control y Prevención de Enfermedades China admitió que la eficacia de las vacunas de su país, Sinovac y Sinopharm, no era "alta" y contempló la idea de mezclar varias vacunas o un cambio en las pautas de las inyecciones para aumentar la eficacia.
El diario independiente chino Caixin informó en julio de que las autoridades estaban planteándose reforzar la vacunación de su población con una dosis adicional de la vacuna de Pfizer. Las dudas han ido creciendo hasta el punto de que varios vecinos asiáticos que planearon su campaña de vacunación con las vacunas chinas, como Tailandia, Indonesia y Malasia, han renunciado a su uso.
Tailanda anunció un cambio en la pauta de vacunación y ahora está mezclando AstraZeneca con Sinovac. Indonesia ha comenzando a suministrar dosis de refuerzo de Moderna a sus sanitarios inmunizados con Sinovac y Malasia decidió utilizar Pfizer en vez de Sinovac una vez agotó las dosis chinas.
En el caso de la vacuna de Sinovac, se han realizado ensayos clínicos fuera de China que han dejado distintas tasas de eficacia: mientras que las pruebas realizadas en Turquía arrojaron una efectividad del 91,25%, los datos proporcionados por Indonesia apuntaron a un 65,3% y Brasil rebajó al 50,4% el porcentaje. Las tasas de efectividad de Sinopharm son de entre el 72,5% y el 79%.