Con un 90% de los votos escrutados por el Servel (Servicio Electoral Oficial), y a la espera de los datos más importantes de la Región Metropolitana donde Gabriel Boric lleva una ligera ventaja, José Antonio Kast se ha alzado con la victoria de la primera vuelta de las elecciones chilenas. Kast con un porcentaje del 28,02% sobre el 25,60% de Boric resulta vencedor de las elecciones más reñidas de los últimos 30 años.
La sorpresa de estas elecciones, no detectada por las encuestas, ha sido el economista liberal Francisco Parisi, que ha realizado una campaña virtual desde Estados Unidos, donde reside, y ha obtenido un porcentaje de votos que supera el 13% de los votos. Condenado por impago de una pensión de alimentos a favor de los hijos de su primer matrimonio (que supera al cambio los 300.000 euros), Parisi no ha pisado territorio chileno a lo largo de esta campaña ni tampoco ha llegado a depositar su voto en el extranjero durante esta jornada electoral. Su electorado será decisivo en la segunda vuelta.
José Antonio Kast es el gran triunfador de estas elecciones. Ha arrollado con porcentajes que superan el 40% en regiones significativas del sur, como la Araucanía o Los Lagos, afectadas por el terrorismo autodenominado mapuche, territorios que en su mayoría está poblado por personas, precisamente, de esta etnia y que le han otorgado mayoritariamente su apoyo electoral.
Con una participación histórica que ha superado el plebiscito constitucional del pasado mes de octubre de 2020, más de siete millones de chilenos, de un censo que supera los 15, han votado en una jornada marcada por el excesivo calor (más de 30º) y las aglomeraciones en los colegios electorales. Unas concentraciones que han ocasionado quejas al cerrarse algunos colegios de la capital a las 18.00 horas cuando aún quedaban muchas personas en el exterior sin poder votar.
El Chile de la transición (periodo político que discurre desde el fin de la dictadura hasta la actualidad), una vez conocidos los resultados de este domingo, podemos decir que ha llegado a su fin. Los dos grandes bloques protagonistas de la historia política de este país durante los últimos 30 años han resultado derrotados. Dejando ambas fuerzas políticos de ser referentes para la mayoría de sus ciudadanos. Por un lado, el centroizquierda de la antigua Concertación (demócratas cristianos, socialdemócratas, radicales y socialistas) y, por otro lado, el centroderecha hoy en el Gobierno con Sebastián Piñera (liberales y conservadores), ninguno de ellos ha conseguido colocar a sus candidatos (Yasna Provoste y Sebastián Sichel respectivamente) en la segunda vuelta presidencial.
Finalmente serán Gabriel Boric, por la coalición Apruebo Dignidad (Frente Amplio y Partido Comunista), y José Antonio Kast, por el Frente Social Cristiano (Partido Republicano y Partido Conservador Crsitiano), quienes disputarán la segunda vuelta que tendrá lugar el próximo domingo 19 de diciembre.
Fin de ciclo
Nos encontramos, por tanto, ante un fin de ciclo con la desaparición de los viejos actores políticos y el surgimiento de dos nuevos líderes. Sin embargo, ambos candidatos necesitarán sumar apoyos, extender sus espacios de adhesión y llegar a acuerdos con los sectores políticos derrotados para poder afrontar la segunda vuelta presidencial con alguna posibilidad de éxito. Todos los antecedentes históricos indican que, quien pasa a segunda vuelta primero, termina ganando la elección. Si lo anterior se volviera a cumplir, el favorito de cara a la victoria final de esta contienda presidencial sería el candidato de la derecha José Antonio Kast. Pero ante un margen de diferencia tan estrecho es muy difícil realizar análisis de esas características.
Hace tan solo dos meses nadie daba ninguna oportunidad a José Antonio Kast. Incluso, en la entrevista que mantuvo con EL ESPAÑOL se manifestó sorprendido por el masivo apoyo que percibía en las calles y posteriormente reflejaban las encuestas. Con toda seguridad, fue su sentido de responsabilidad lo que desconcertó a algunos analistas y a muchos de sus seguidores cuando asumió un tono moderado en los debates televisivos, no entrando en la estrategia de responder al "todos contra Kast" que siguieron sus contrincantes y la mayoría de los medios de comunicación.
Finalmente este tono conciliador ha jugado a su favor. Tras los resultados de este domingo, Kast se ha convertido en el líder indiscutible de la derecha chilena y en un personaje fundamental para el futuro del país andino.
Los candidatos perdedores, Sebastián Sichel por la derecha y Yasna Provoste por la izquierda, no han manifestado expresamente a quién apoyarán en segunda vuelta. Sichel sí ha declarado que "en ningún caso pedirá el voto para el comunista Boric". Aunque finalmente serán sus sectores políticos los que dirijan las relaciones y pactos que se puedan desarrollar en los próximos días.
La pelota está, por lo tanto, en la dirección de las formaciones políticas derrotadas: Renovación Nacional y la Unión Demócrata Independiente por la Derecha, mientras que la Democracia Cristiana, el Partido Socialista y el PPD (Partido por la Democracia) por la izquierda serán los que tengan que decidir, en un escenario de derrota y de polarización, por quién quieren apostar para dirigir los próximos cuatro años de la política chilena.