Este 2021 un total de 46 periodistas han sido asesinados o han perdido la vida en el ejercicio de su profesión, según el balance anual de Reporteros Sin Fronteras (RSF). Se trata del número más bajo en 20 años, pero el número de encarcelados ha alcanzado un récord histórico: 488.
El informe concluye que México es el país más peligroso del mundo para los periodistas, mientras que China sigue siendo la mayor cárcel para los informadores.
RSF atribuye la bajada del número de periodistas asesinados a "la evolución de los conflictos regionales" en Siria, Irak o Yemen, con una "estabilización de los frentes" tras unos años particularmente mortíferos que marcaron un récord en 2016.
Desde 2003, el balance anual de la organización no había registrado menos de 50 víctimas mortales. Cayeron tanto los periodistas fallecidos en zonas de conflicto como los que fueron objetivo directo de sus asesinos.
México, Afganistán
En total, 26 reporteros fueron blanco de sus verdugos, un 65% del total, frente al 85% del año anterior, con México como principal zona de peligro, con siete víctimas, que elevan a 47 el número registrado en los últimos cinco años.
Como en balances precedentes, RSF denuncia que "en cuanto un periodista se interesa por asuntos molestos y el crimen organizado, en particular a nivel local, se arriesga a una ejecución a sangre fría" en ese país.
Todo ello en una situación de "impunidad casi total" y de "ausencia de valientes reformas por parte de los gobiernos sucesivos", lo que genera "una espiral de violencia que parece no detenerse nunca".
Afganistán, donde los talibanes recuperaron el poder, se situó en segundo lugar de la trágica lista, con seis muertos, todos ellos asesinados en atentados islamistas en medio de una "impunidad total". El país asiático iguala con México en número de víctimas en los últimos cinco años.
El conflicto armado en el Yemen y la mafia india se han cobrado cuatro víctimas cada uno en 2021.
RSF destaca que tres de cada cinco periodistas asesinados cayeron en países que no están oficialmente en guerra y apunta a dos casos en la Unión Europea: el griego Giorgos Karaivaz, que investigaba sobre la corrupción policial en su país, y el holandés Peter R. de Vries, especialista en el crimen organizado.
Se trata del año más mortífero en Europa desde 2015, marcado por los atentados contra el semanario satírico francés 'Charlie Hebdo' que costaron la vida a ocho periodistas.