Las señales que está emitiendo ómicron son preocupantes. Prueba de ello es la situación que vive Dinamarca, donde los casos de Covid con la nueva variante se están duplicando cada dos días. El país nórdico es el segundo país del mundo con más casos de ómicron, por detrás del Reino Unido, y ahora bate su propio récord de contagios diarios cada día.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, afirmó este pasado viernes que "las reglas del juego han cambiado" con la nueva variante. Su fatalismo podría considerarse exagerado si no fuera porque el viernes se notificaron más 11.194 contagios en Dinamarca, un nuevo récord desde que empezó la pandemia.
Con la variante siendo protagonista en Dinamarca, la respuesta a la pregunta de qué se puede esperar de ómicron quizás esté allí. Un país donde la gente se ha vacunado, con el 80% de la población inmunizada, que está ahora sumergido en su peor ola de contagios tras año y medio de pandemia.
Las proyecciones de Dinamarca muestran lo peor que se podía preveer. Aunque la esperanza es que la variante sea más leve que las previas, haciendo que la pandemia sea más manejable, las proyecciones muestran que la ola de contagios está inundando tanto al país que provocará un golpe sin precedentes.
The Washington Post ha entrevistado a la epidemiológa Tyra Grove Krause, jefa del Statens Serum Institut, laboratorio que vigila la evolución de la pandemia en el país nórdico. Y la investigadora no tiene buenas previsiones. "El próximo mes será el más duro de la pandemia", pronostica Tyra Grove.
Los científicos son cautelosos y remarcan que el conocimiento sobre ómicron aún es impreciso. En Dinamarca contemplan diferentes escenarios, algunos más graves, otros más leves. Pero incluso en un escenario de nivel medio, los hospitales estarán colapsados como nunca antes, afirma la epidemióloga danesa.
Según los datos que tienen en el instituto de investigación danés del que es jefa Tyra Grove, la gente con dos dosis de la vacuna es igual de vulnerable a la infección de ómicron que una persona no vacunada.
Las personas, sin embargo, que ya han recibido una dosis de refuerzo sí tienen mejor protección, una señal que invita al optimismo, pero, en el caso de Dinamarca, tres de cada cuatro personas todavía esperan esa dosis de refuerzo. Eso significa que la mayoría del país está en situación de vulnerabilidad en un momento en el que los contagios marcan un nuevo récord día tras día. Ahí está el peligro y la razón por la que se teme que el sistema hospitalario pueda verse inundado. Y ahí está también la razón por la que todos los países están intentado acelerar la vacunación con las dosis de refuerzo.
En la ola invernal anterior, a principios de 2021, los hospitales daneses no superaron nunca una ocupación de 1.000 pacientes. Pero a principios del próxime mes de enero, en un escenario de término medio, los hospitales podrían estar recibiendo en torno a 500 pacientes cada día. Eso dicen las proyecciones del Statens Serum Institut danés.
Aparte de las hospitalizaciones, el indicador más importante a tener en cuenta, más cuando se tienen tasas de vacunación altas, están los contagios. La transmisibilidad de ómicron apunta a ser mucho mayor que la vista hasta ahora. Dinamarca nunca registró más de 5.000 casos en un día antes de esta ola actual. El viernes notificó más de 11.000 casos.
En una semana, según las proyecciones moderadas del instituto danés, la cifra notificada a diario podría ser de 27.000. En este laboratorio se han visto obligados a empezar un turno de noche para poder analizar todas las pruebas Covid que reciben.
Con el aumento exponencial de contagios, Dinamarca impuso el cierre de bares y restaurantes más temprano de lo normal, se pidió a los ciudadanos a teletrabajar y los colegios cerraron una semana antes de lo previsto para las vacaciones de Navidad. Además, el viernes el Gobierno también decidió cerrar los cines y los teatros, una medida que las proyecciones del Serum Institut no tienen en cuenta.
Sistema de control danés
Las previsiones de Dinamarca se toman muy en serio en todo el mundo porque funcionan con un sistema de vigilancia de coronavirus que está diseñado para momentos como el actual, en el que el virus y el panorama general ha cambiado.
Dinamarca es uno de los países de todo el mundo que más pruebas realiza. Por ejemplo, hace tests a un ritmo per cápita siete veces mayor que el de Estados Unidos. Además, todas las pruebas son gratis, tanto para nacionales como viajeros.
El sistema es el siguiente: todas las pruebas realizadas se envían al Statens Serum Institut y a otro centro en la otra punta del país. El laboratorio de este instituto analiza todas las pruebas en 24 horas e identifica la variante de cada caso. También realizan secuencias genéticas con algunos de los casos, y así pueden, prácticamente, ver quién contagió a quién.
Los datos que manejan en el laboratorio estatal de Dinamarca muestran que la tasa de hospitalización es ligeramente más baja en los casos de ómicron que para la otra variante más peligrosa, Delta. Sin embargo, como las hospitalizaciones van por detrás de las infecciones, está por ver si la ola actual no cambiará esa dinámica.
Lo que sí se sabe es que ómicron le está ganando terreno a la variante Delta. Hasta el lunes pasado, la tasa de casos ómicron era del 26,8%, pero una semana antes era de tan solo el 4,9%. Los entrevistados del laboratorio que cita The Washington Post dicen estar "asombrados" y sienten temor. Arieh Cohen, un investigador del laboratorio, se muestra pesimista ante el virus: "No puedo evitar tener una opinión fatalista: todos vamos a infectarnos".
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