Las crisis traen problemas, pero también pueden convertirse en oportunidades. Casualidad o no, Emmanuel Macron, que ostenta en estos momentos la presidencia semestral de la Unión Europea, está utilizando el escenario de la crisis ucraniana para convertirse en la figura visible de la diplomacia europea y coger así el relevo de la excanciller alemana Angela Merkel.
Si el protagonismo de Macron ya ha sido notable en lo que va de crisis, la próxima semana su figura acaparará más miradas. El presidente francés será el segundo líder europeo —después del húngaro Vikton Orbán— que visitará Moscú desde las sospechas de una posible invasión rusa. El lunes se desplazará al Kremlin para reunirse con el mandatario ruso, Vladimir Putin —con el que ya se reunió por videoconferencia el pasado 28 de enero—, para después, el martes 8, verse con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, en Kiev.
El líder galo se ha mostrado proactivo diplomáticamente, "multiplicando" —como él mismo afirmó este miércoles— sus contactos diplomáticos para solucionar las tensiones entre Occidente, Ucrania y Rusia, que desde finales de 2021 aglomera a más de 100.00 soldados en su frontera con la antigua república soviética y ha movilizado tropas a Bielorrusia.
Desde que sonaron los tambores de guerra a principios de diciembre, Macron ha insistido en que la vía diplomática es la única opción para solucionar la crisis, priorizando así "una desescalada" con el objetivo de "encontrar la manera política para salir" del conflicto.
Esa gran agenda diplomática a la que hizo referencia Macron esta semana podría ser una exageración si no fuera porque ya ha conversado con Putin en cinco ocasiones desde principios de diciembre, cuando se desveló que Rusia había rodeado la frontera con Ucrania. Con Biden ya ha conversado en varias ocasiones, así como con otros líderes europeos y con el presidente ucraniano.
"Una Europa potente"
Entre diciembre y enero, Macron dejó entrever su intención de cambiar la estrategia geopolítica de la UE. El pasado 19 de enero, el líder francés ya fue tajante en la Eurocámara defendiendo que Europa debía entablar un "diálogo franco y exigente" con Rusia para evitar así una nueva guerra.
"La seguridad de nuestro continente necesita de un rearmamento estratégico de nuestra Europa como potencia de paz y equilibrio", alegó el líder galo.
Tras los reproches a la UE por su ausencia en la mesa de negociaciones entre Rusia y Estados Unidos, Macron recalcó la importancia del denominado 'formato de Normandía', del que forman parte Francia, Alemania, Ucrania y Rusia. "Continuaremos con Alemania, en el marco del formato de Normandía, buscando una solución política al conflicto en Ucrania", afirmó Macron.
En la presentación de la presidencia francesa de la UE, el pasado 10 de diciembre, justo el día que Scholz relevó a Merkel y uno de los primeros días de la crisis ucraniana, el presidente francés presentó una agenda que tenía un pilar fundamental: construir una auténtica soberanía europea frente a los dos gigantes mundiales, China y Estados Unidos.
Macron expresó su ambición de convertir a la UE en un actor mundial más relevante, decisivio y autónomo: "Debemos pasar de una Europa de cooperación en el interior de nuestras fronteras a una Europa potente en el mundo, plenamente soberana, libre en sus decisiones y dueña de su destino".
El líder galo no solo ha propuesto un cambio de estrategia diplomática, sino que también deslizó la idea de llevar a cabo por primera vez ejercicios de entrenamiento conjuntos de los distintos ejércitos europeos.
Elecciones a la vista
La responsabilidad que conlleva la presidencia semestral de la UE obliga a Macron a 'luchar' por los intereses de la UE, pero otro factor no menos importante para Francia y el propio Macron son las elecciones presidenciales de abril.
El presidente aún no ha anunciado oficialmente su candidatura —algo inminente— , pero es el claro favorito para llevarse la victoria. La gran mayoría de sondeos auguran su victoria, con la conservadora Valérie Pécresse y la ultraderechista Marine Le Pen muy igualadas en segunda posición para pasar a la segunda vuelta de los comicios contra él.
El protagonismo que está teniendo en el conflicto ucraniano por su rol de mediador internacional podría ser un intento de revertir su caída en popularidad de cara a las presidenciales. Y es que la imagen de Macron no vive su mejor momento: tan solo el 37% de los franceses aprueban al presidente pese a que lidera cómodamente las encuestas. Perdió un 4% de aprobación en el mes de enero.
Scholz, arrancando
El otro factor que influye en este auge de protagonismo del presidente francés es la fase de arranque del Gobierno comandado por Olaf Scholz. La coalición alemana de sociademócratas, liberales y verdes tan solo lleva dos meses en funcionamiento, algo de lo que podría estar aprovechándose Macron para tomar las riendas de la batuta europea.
El canciller alemán viajará a la Casa Blanca el lunes para reunirse con Biden, precisamente el mismo día que Macron conversará con Putin en el Kremlin. Una visita que Scholz realizará una semana más tarde, el martes 15 de febrero.
En Alemania ya empiezan a surgir interrogantes con respecto a la 'inacción' de Scholz y su cautela en el conflicto entre Rusia y Occidente. Su Gobierno ha rechazado enviar armas a Ucrania, un gesto que sí han hecho Reino Unido y Estados Unidos, y por lo que surgen dudas de si podría tener un conflicto de intereses por el gasoducto Nord Stream 2 y el suministro de gas ruso, vital para Alemania.
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