El Ministerio de Defensa de Ucrania ha confirmado que las tropas rusas ya han entrado en Kiev, mientras que el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ha lamentado que todos los países de la OTAN y la UE "nos han dejado solos", por lo que se ha visto obligado a pedir a los ciudadanos que se defiendan y a dar armas a los diputados del Parlamento de Ucrania, en pleno centro de Kiev, hacia donde se dirigen ya los soldados rusos.
Ucrania asegura que "el enemigo" ha entrado por el distrito de Obolon, a unos 9 kilómetros del centro de la ciudad. "Residentes pacíficos, tengan cuidado. ¡No salgan de la casa!", pide el ministerio.
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Tras la entrada de Rusia en Kiev, el Ejército ucraniano ha instado a los civiles a lanzar cócteles molotov contra las fuerzas rusas que avanzan en la zona de Obolon dirección al centro histórico para contener un avance que es ya imparable. También piden a los ciudadanos que informen sobre los movimientos de las columnas rusas. Se escuchan disparos en varios puntos del distrito de Obolon y del centro de Kiev mientras la población permanace en sus casas y en refugios. Se estima que más de 100.000 ucranianos han abandonado sus casas en apenas un día.
Además, las Fuerzas de Defensa de Ucrania han pedido a todos los civiles que se unan sin importar su edad, incluso si son menores. "Hoy, Ucrania necesita todo. Todos los procedimientos para unirse se simplifican. Lleve sólo su pasaporte y número de identificación", ha escrito en redes.
Rusia no reconoce a Zelenski
Desde Rusia, el ministro de Exteriores Serguéi Lavrov niega que Moscú quiera ocupar Ucrania porque su objetivo es "desmilitarizarla". Además, se ofrece a hablar con Ucrania siempre y cuando "depongan las armas", aunque se ha negado a reconocer al Gobierno de Zelenski como democrático.
De hecho, Zelenski ha sido el primero en tender la mano a Rusia pidiendo a Putin sentarse en la mesa de negociaciones "para detener la muerte de seres humanos". La respuesta de Rusia ha sido clara: no sólo no reconocen su Gobierno, también le acusan de ser un Estado "neonazi" basado en la "rusofobia que quieren "liberar" para acabar con el "genocidio" contra las poblaciones rusófonas y evitar que Ucrania siga siendo una "herramienta" de otros países para "contener a Rusia".
"Nos han dejado solos"
Zelenski ha lamentado este viernes que su país ha quedado "solo" para defenderse ante la invasión rusa, que se ha cobrado al menos 137 vidas en las primeras 24 horas.
"Las grandes potencias nos han dejado solos para defender nuestro Estado", dijo Zelenski en un vídeo publicado en la cuenta presidencial. "¿Quién está dispuesto a combatir con nosotros? No veo a nadie. ¿Quién está listo a dar a Ucrania la garantía de una adhesión a la OTAN? Todo el mundo tiene miedo", afirmó.
Con la tropas rusas ya en la capital, Francia ha alertado esta misma mañana que la vida del presidente de Ucrania está en peligro y ha advertido de que hay preocupación por la seguridad de Moldavia y Georgia.
En las últimas horas, las Fuerzas Armadas de Rusia han intensificado su ofensiva sobre Kiev, con movilizaciones por tierra y aire. Finalmente, a primera hora de la mañana de este viernes, el Ejército ruso ha entrado en la capital ucraniana, donde un edificio de nueve plantas ha sufrido gravísimos daños por el derribo de una aeronave ucraniana que ha caído sobre él. Por el momento, este ataque sólo ha provocado heridos y no hay fallecidos.
"Terribles" explosiones
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, ya denunciba esta madrugada que los bombardeos rusos estaban afectando a zonas civiles y confirmaba "terribles" explosiones en Kiev, equiparables a las registradas en la Segunda Guerra Mundial. "La última vez que nuestra capital experimentó algo así fue en 1941, cuando fue atacada por la Alemania nazi", ha dicho el ministro de Exteriores, Dimitro Kuleba.
Esta madrugada, las fuerzas rusas estaban a apenas 33 kilómetros del centro de Kiev. El Ejército ucraniano destruyó varios puentes para evitar el avance de las columnas rusas, sin embargo, este movimiento no les ha frenado y ya se encuentran a menos de 10 kilómetros del centro histórico de Kiev.
33 zonas civiles en 24 horas
Las fuerzas militares de Rusia han atacado en las últimas horas decenas de zonas civiles. "Los rusos dicen que no están atacando objetivos civiles, pero han bombardeado 33 en las últimas 24 horas", ha confirmado el Ministerio del Interior de Ucrania a Reuters.
Desde el inicio del ataque, Rusia ha realizado un bombardeo selectivo. La ofensiva de Putin fue clara desde el inicio de la guerra con un objetivo concreto: aislar a Ucrania y tomar Kiev, donde han llegado en menos de un día en una operación relámpago.
Bombardeos de artillería, equipo pesado y armas de alta precisión se han dirigido a zonas estratégicas de Ucrania, como aeropuertos, almacenes de armas y munición y estructuras energéticas y de comunicación, para reducir la capacidad de reacción de Ucrania.
Decenas de misiles rusos se han dirigido contra aeropuertos y aeródromos de Ucrania, como los de Ivano-Frankivsk, Boryspil y el militar de Antonov. Otro de los puntos que son objetivo de las fuerzas rusas son los almacenes de pólvora, explosivos y armas. Decenas de cuarteles y almacenes militares en las grandes ciudades de Kiev, Lutsk, Dnipro, Kharkiv y Mariupol han sido destruidos en este bombardeo selectivo.
El bombardeo selectivo también se dirige a todo tipo de infraestructuras, tanto de producción de energía como de comunicación, ya sean carreteras como cortes de internet y telefonía. El Ejército ruso ha destruido la central hidroeléctrica de Kakhovka, en el río Dniéper. También otros centros de producción de energía así como sus infraestructuras, incluido el cableado.
Sale la embajadora de España en Ucrania
El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, ha anunciado este viernes que la embajadora en Ucrania, Silvia Cortés, junto con un centenar de españoles que aún permanecían en Kiev abandonan el país y están saliendo en un convoy hacia Polonia.
Este martes ya salió otro con otros 50 españoles por lo que en Ucrania ya quedarían alrededor de un centenar, principalmente dobles nacionales y personas muy arraigadas que ya había hecho saber que no abandonarían el país.
A todos ellos, Exteriores les ha recomendado limitar al máximo sus movimientos y permanecer en un lugar seguro, en contacto constante con las autoridades españolas.