La ciudad portuaria de Odesa, a orillas del mar Negro en el sur de Ucrania, está en el punto de mira de Vladimir Putin. Mientras el objetivo principal ruso, Kiev, continúa bajo asedio, con enfrentamientos militares y bombardeos diarios, las tropas rusas avanzan en el este y en el sur, sobre todo por las aguas del mar Negro.
Tras siete días de guerra, los puertos ucranianos parecen ser prioridad para el Kremlin. Todo apunta a que Jersón, ciudad portuaria del mar Negro, ya está bajo control de las tropas rusas. Las autoridades ucranianas lo niegan, pero las últimas informaciones indican que no hay tropas ucranianas en el centro de la ciudad desde el miércoles.
Mariúpol, otra ciudad portuaria en el mar de Azov cercana a Rusia, está bajo asedio. La ciudad, de medio millón de habitantes, se ha quedado sin electricidad, agua y calefacción debido a los bombardeos.
Con Jersón ya en manos de Moscú y Mariúpol cerca del abismo, las tropas de Putin se dirigen a Odesa. Según las Fuerzas Armadas ucranianas, la flota rusa del mar Negro —cuatro buques de desembarco de tanques y tres buques equipados con misiles— ya está rumbo a la ciudad portuaria más importante de Ucrania.
Odesa tiene el puerto más grande y es la tercera ciudad más poblada del país, después de Kiev y Jarkóv. Una flota de buques rusos ha sido vista desde las orillas de la costa sur de la península de Crimea.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, respondió de manera desafiante a la inminente ofensiva contra su ciudad portuaria: "El enemigo también quiere destruir Odesa, pero solo verá el fondo del mar Negro".
La toma de control de todos los puertos ucranianos ahorcaría a la economía del país, ya de por sí afectada tras el inicio de la guerra. Sin sus puertos, Ucrania ya no podría exportar sus materias primas. La antigua república soviética es una gran exportadora de trigo, maíz y minerales, exportaciones que realiza principalmente a través del mar.
"Según lo previsto"
Durante la tarde del jueves, Vladimir Putin habló por teléfono con el presidente francés, Emmanuel Macron, al que transmitió que su invasión de Ucrania se estaba desarrollando "según lo previsto". Con el control del sur Ucrania y el avance de sus tropas en el este del país, el Ejército ruso cercaría aún más a Kiev.
Este jueves murieron al menos 33 personas en un bombardeo ruso en un área residencial de Chernígov, en el norte de Ucrania. Desde el inicio de la invasión rusa, Kiev ha cifrado en más de 2.000 los civiles muertos. Según el Gobierno ucraniano, unos 9.000 soldados rusos han perdido la vida desde el inicio de la guerra, aunque Moscú da la cifra de en torno 500. El lunes, el Gobierno estadounidense aseguró que unos 2.000 rusos habían fallecido en combate hasta esa fecha.
La crisis de refugiados está siendo masiva. Más de un millón de personas han abandonado Ucrania en la última semana, según Naciones Unidas.
En la segunda ronda de negociaciones entre Ucrania y Rusia se acordó la creación de corredores humanitarios para facilitar la salida de civiles. Durante las evacuaciones, es posible que se establezca un alto al fuego.
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