El Ejército ruso expandió sus ataques al oeste de Ucrania este viernes, acercándose a la fronteras de Polonia y Rumanía, dos países de la Unión Europea y miembros de la OTAN. Con esta expansión de los frentes de batalla, las tropas de Vladimir Putin también se aproximan a dos centrales nucleares: Rivne y Khmelnitsky.
En el décimo sexto día de invasión se registraron bombardeos en las ciudades de Lutsk, que está a unos 90 kilómetros de Polonia, e Ivano-Frankivsk, situada a 150 kilómetros de Rumanía.
Ucrania tiene cuatro centrales nucleares activas. La de Zaporiyia, la más grande de Europa, ya está en manos rusas. A Putin le faltan así las otras tres: Rivne, Khmelnitsky y Sur de Ucrania, esta última cerca del mar Negro.
Con los bombardeos del viernes, las centrales nucleares de Rivne y Khmelnitsky se postulan como el posible próximo objetivo de Putin en su intento de controlar todas las centrales del país. Rivne está a tan solo 100 kilómetros de Lutsk. Khmelnitsky a unos 250 kilómetros.
Hasta este viernes, el oeste de Ucrania era la zona más tranquila del país. La gran mayoría de refugiados se desplazan a Leópolis, la urbe más importante de esta zona, para después acceder a Polonia, que ya ha recibido más de un millón y medio de civiles provenientes de Ucrania.
El ataque a Lutsk fue denunciado en primer lugar por el alcalde de la localidad, Igor Polischuk. "Explosiones cerca del aeródromo. ¡Todos al refugio!", informó Polischuk a través de Facebook. "Cuatro misiles fueron disparados en el aeródromo militar en Lutsk, desafortunadamente hay pérdidas humanas", informaron las autoridades ucranianas momentos después. Al menos dos militares murieron tras los primeros bombardeos y seis resultaron heridos.
Lutsk e Ivano-Frankivsk no han sido las únicas ciudades que han sido atacadas por primera vez desde que Putio dio luz verde para empezar el ataque sobre Ucrania. La ciudad de Dnipro, en el centro sur del país, también fue impactada con varios proyectiles rusos.
El avance de las tropas rusas en el sur del país ha sido especialmente notable. La ciudad de Jersón, a orillas del mar Negro, ya está bajo control de los soldados rusos desde hace una semana y Putin quiere hacerse con Odesa para desconectar por completo a Ucrania del mar. Mariúpol continúa bajo asedio, aunque las tropas ucranianas aún resisten a los intensos bombardeos y a los enfrentamientos terrestres.
Kiev, en el punto de mira
La capital ucraniana, presumiblemente el objetivo principal de Putin, continúa cercada por las tropas rusas. Aunque los soldados de Volodimir Zelenski han aguantado mejor de lo esperado, el Ejército ruso sigue en las afueras de la capital.
El Ministerio de Defensa del Reino Unido emitió un comunicado en el que aseguraba que su inteligencia cree que las tropas de Putin "probablemente estén reagrupándose para reiniciar su ofensiva en los próximos días, lo cual incluiría operaciones contra Kiev".
El convoy ruso masivo de 60 kilómetros que fue fotografiado hace dos semanas con rumbo a Kiev no ha tenido mucho éxito. Ha llegado a estar parado más de una semana por problemas logísticos. El convoy ha sido atacado en varias ocasiones, lo cual ha provocado sus problemas para avanzar.
Este viernes sufrió otra emboscada. Nuevas fotografías satélite muestran que el convoy se ha 'roto', con tanques y blindados en diferentes bosques y zonas de los aledaños de Kiev.
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