El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha declarado que el país rechazará el pago del gas ruso en divisas, incluido el dólar y euro, y que cobrará los suministros a los países "inamistosos" solamente en rublos.
"He decidido implementar lo antes posible una serie de medidas para transferir los pagos por nuestro gas natural por parte de los llamados países inamistosos en rublos", señaló en una reunión con miembros del Gobierno ruso.
Putin agregó que los cambios solo afectarán la moneda de pago y que el gobierno y el banco central tienen una semana para encontrar una solución sobre cómo cambiar estas operaciones a la moneda rusa.
"Pido al Gobierno que dé las instrucciones apropiadas a Gazprom para enmendar los contratos existentes. Al mismo tiempo, todos los consumidores extranjeros deben tener la oportunidad de efectuar las operaciones necesarias", añadió.
Congelación de activos rusos
El Gobierno ruso adoptó el pasado día 8 una lista de países y territorios inamistosos, que incluye a EEUU y Canadá, todos los países miembros de la UE, el Reino Unido, Ucrania, Montenegro, Suiza, Albania, Andorra, Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega, San Marino, Macedonia del Norte, Japón, Corea del Sur, Australia, Micronesia, Nueva Zelanda, Singapur y Taiwan.
En opinión de Putin, Occidente, por la decisión de congelar los activos rusos -la reserva en divisas del Banco Central por ejemplo-, en realidad declaró una suspensión de pagos ante Moscú y pone fin a la fiabilidad de sus divisas.
"Durante las últimas semanas, como saben, varios países occidentales han tomado decisiones ilegítimas sobre la congelación de activos rusos, y este Occidente colectivo en realidad ha trazado una línea bajo la confiabilidad de sus monedas (...)", sostuvo.
El jefe de Estado afirmó que tanto "Estados Unidos como la Unión Europea han declarado, en principio, un incumplimiento real de sus obligaciones con Rusia".
"Y ahora todos en el mundo saben que las obligaciones en dólares y euros pueden no cumplirse", resumió.
Europa consume el 40% del gas ruso
Cabe recordar que reducir las importaciones de gas ruso es especialmente apremiante para los países del centro y sureste de Europa, pues se encuentran entre los más dependientes de Moscú para abastecer sus necesidades energéticas y, por eso, entre los más expuestos a un eventual corte de suministros.
En un mensaje destinado a tranquilizar a esos y otros países, Putin aseguró que Rusia les seguirá suministrando gas acorde a los volúmenes y precios estipulados en los contratos ya vigentes.
"Quiero enfatizar por separado que Rusia continuará, por supuesto, suministrando gas natural de acuerdo con los volúmenes y precios fijados en los contratos acordados anteriormente", dijo.
El precio del gas natural TTF para entrega en abril en el mercado holandés subió a 118,75 euros el MWh durante el discurso de Putin.
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