El Partido Socialdemócrata Alemán ha pedido al excanciller Gerhard Schröder que abandone la formación por sus vínculos con Rusia y con Vladímir Putin y por su negativa a dejar de ser presidente del Consejo de Vigilancia del gigante energético ruso Rosneft y sus cargos en Nord Stream.
"Schröder actúa desde hace varios años sólo como un hombre de negocios. Tenemos que dejar de verlo como estadista y excanciller. Gana dinero gracias a su trabajo para empresas estatales de Rusia. Su defensa de Vladímir Putin a las acusaciones de crímenes de guerra es absurda", ha dicho este lunes la copresidenta del SPD, Saskia Eske.
Preguntada en una entrevista en el semanario Der Spiegel si Schröder debía abandonar el SPD, Saskia Eske ha sido tajante y muy rotunda respondiendo afirmativamente.
Esken hizo esas declaraciones después de que Schröder publicara un artículo en el New York Times en el que pedía al Gobierno alemán mantener las relaciones con Rusia, pese a la invasión a Ucrania.
Defensa de Putin
En él Schröder sostiene que Putin está interesado en acabar la guerra pero que hay algunos puntos que deben ser aclarados y, aunque admite que la masacre de Bucha debe ser investigada, pone en duda que la orden haya salido de Putin y hace responsables a mandos inferiores.
A esta petición de que Schröder abandone el partido se ha sumado también el líder del SPD en el estado federado de Renania del Norte-Westfalia, el más poblado de Alemania, Thomas Kutschaty.
"La actitud de Gerhard Schröder ha dejado de ser compatible con los principios del partido. Él tiene que decidirse entre ser un militante del SPD o un defensor de Putin", dijo Kutschaty.
Abandondo por sus colaboradores
La petición del SPD llega mes y medio después de que cuatro de los más directos colaboradores de Schröder, entre ellos el jefe de su oficina, Albrecht Funk, abandoran sus puestos tras rechazar romper su relación con Rusia.
Schröder es presidente del Consejo de Vigilancia del gigante energético ruso Rosneft y tiene cargos además en Nord Stream. Además, está nominado en el Consejo de Vigilancia de Gazprom, al que previsiblemente accederá en junio.
Durante sus años de Gobierno (1998-2005), Schröder desarrolló una estrecha relación con Putin que llevó a la construcción del gasoducto Nord Stream I y a un aumento de la dependencia energética de Rusia. A su salida del Gobierno pasó a ocupar varios cargos en empresas rusas.