Rusia está estancada en la guerra con Ucrania. Han transcurrido dos meses desde que Putin decidiera poner en marcha su 'Operación especial' y en las últimas semanas ha logrado pocos avances. La ayuda de Occidente a Ucrania, principalmente el envío de armamento, está siendo un factor determinante para lograr un equilibrio de fuerzas.
Por eso el Kremlin ha cambiado la estrategia y ha decidido atacar objetivos decisivos. La visita de Blinken (secretario de Estado de EEUU) y Austin (secretario de Defensa) a Zelenski, en la que anunciaron que Washington iba a desembolsar 700 millones de dólares más para enviar nuevas armas a Kiev, ha enfurecido al Kremlin. Y la reacción no se ha hecho esperar.
Poco después de ese anuncio el Ejército ruso atacó varias estaciones de tren situadas en el centro y en el oeste de Ucrania, lo que confirma el intento de Moscú de "destruir sistemáticamente" las infraestructuras del país, según los responsables de los ferrocarriles ucranianos.
El ministerio de Defensa ruso emitió un comunicado a última hora del lunes en el que explicaba que había lanzado misiles de alta precisión que habían destruido seis infraestructuras ferroviarias que las Fuerzas ucranianas utilizan para distribuir el material militar que envían los países extranjeros.
"Las tropas rusas continúan destruyendo sistemáticamente la infraestructura ferroviaria. Este lunes por la mañana, en sólo una hora, cinco estaciones de tren en el centro y oeste de Ucrania fueron atacadas", publicó en su cuenta de Telegram el director ejecutivo de Ferrocarriles Ucranianos, Oleksandr Kamyshin. Más tarde, una sexta estación se vio afectada también por los ataques.
Según explicó el responsable de la compañía, al menos 16 trenes de pasajeros tuvieron que ser detenidos. "Se han reportado bajas, estamos intentando recopilar toda la información", agregó Kamyshin.
Riesgo de guerra nuclear
Después de bombardear las estaciones de tren, a última hora del lunes, el ministro ruso de Exteriores, Sergei Lavrov, alertó de que el peligro de una guerra nuclear "es grave, es real, no debe subestimarse".
Lavrov declaró en una entrevista con el programa Big Game en Channel One, reproducida por varias agencias rusas y por la agencia Efe, que aunque "la inadmisibilidad de una guerra nuclear es la posición inicial de Moscú, el peligro de que se desate no debe subestimarse".
Recordó que en enero los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU se pronunciaron sobre la inadmisibilidad de una guerra nuclear. "Esta es nuestra posición de principio, nos guiamos por esto y, por supuesto no me gustaría ver estos riesgos inflados artificialmente ahora, cuando los riesgos son bastante significativos", dijo.
Además, afirmó que las armas enviadas por Occidente a Ucrania para que se defiendan de la invasión rusa se convertirán en un objetivo legítimo para las fuerzas armadas enviadas por Moscú para invadir el país vecino. Según Lavrov, los depósitos de armas en el oeste de Ucrania ya se han convertido repetidamente en objetivo del Kremlin.
"Si la OTAN efectivamente entra en guerra con Rusia a través de un representante y arma a este representante, entonces todo es justo en el amor y en la guerra. Por cierto, en cuanto al envío de armas, este es otro ejemplo más de la falta de cumplimiento de los estadounidenses en términos del derecho internacional y en términos de la introducción de sus propias reglas bajo el principio 'Hago lo que me place", afirmó.
Por otra parte, dijo que Rusia seguirá negociando con Ucrania, aunque advirtió de que la guerra emprendida por Moscú terminará con un tratado basado en "la situación actual de las operaciones militares". El jefe de la diplomacia añadió que "la parte rusa tiene la intención de continuar las negociaciones" con los representantes de Kiev designados por el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.
"Todavía seguimos negociando con el equipo que puso Zelensky", señaló. "Estos contactos continuarán", añadió. Además, Lavrov afirmó que "la situación actual en Ucrania terminará con un tratado, pero sus parámetros estarán determinados por la situación actual en las operaciones militares".
"Como en cualquier situación en la que se utilizan las Fuerzas Armadas, por supuesto, todo terminará con un tratado, pero los parámetros de este tratado estarán determinados por la etapa de hostilidades en la que este tratado se haga realidad", dijo el ministro ruso.
Y para concluir, el titular de Exteriores acusó al Gobierno de Ucrania de mantener en la acería de Mariúpol "a la población civil como escudo humano". Estas declaraciones se producen después de que el corredor humanitario propuesto para evacuar a los civiles que se refugian en la fábrica haya fracasado una vez más. Ucrania consideró que "no había garantías de seguridad suficientes". Los avances, tras dos meses de intensos combates, son más bien escasos.
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