Cuando comenzó la invasión de Ucrania por Rusia, el gobierno de Kiev tenía un as bajo la manga para dificultar el avance de las tropas del Kremlin. Lo curioso es que ni ellos mismos lo sabían. Desde Bielorrusia, una red clandestina de saboteadores fue clave para evitar un asalto inmediato sobre Kiev. Algo que lograron después de sabotear los enlaces ferroviarios situados en territorio bielorruso entre Ucrania y Rusia. Y que afectó considerablemente a las líneas de suministro rusas.



Estos grupos de resistencia bielorrusos los conformaron trabajadores ferroviarios, piratas informáticos y fuerzas de seguridad contrarias al régimen de Aleksandr Lukashenko. Y aunque su actuación ha quedado en un segundo plano por todo lo que ha rodeado a la guerra, sí tienen cierta importancia en el caos logístico en el que se vieron inmersos los rusos, como señala el Washington Post.

Esto fue posible después de que estos afines a Ucrania boicotearan los puntos desde los que se controla el funcionamiento de los ferrocarriles. Unos inconvenientes que llevaron al ejército de Putin a reagruparse por carretera. Y que explica por qué el convoy militar estuvo detenido a 40 millas de Kiev. El cual fue uno de los momentos que marcaron el inicio del conflicto.



Dicha acción motivó que los trenes no dispusieran de señalización automática. Por lo que tenían que disminuir la velocidad para evitar posibles descarrilamiento en tramos en los que pudieran equivocarse con la velocidad requerida por las vías. Rusia se vio obligada así a depender de los camiones. Una situación que les hacía ir mucho más lento con respecto a su plan inicial.

La principal consecuencia de su sabotaje fue que las tropas de Putin se quedaron sin suministros o alimentos. E incluso dejaron de tener acceso a combustible y municiones poco antes de que comenzara la invasión. 

Inspirado en la II Guerra Mundial

Esta ayuda desde Bielorrusia facilitó a Ucrania tener mucho más tiempo del que disponía en un principio para organizar su defensa. Yury Ravavoi, un opositor a Lukashenko que escapó a Polonia por el riesgo de ser detenido, era conocedor de este boicot. Y aunque no considera que fuera un factor importante, sí lo señala como "un ladrillo importante en la pared" de la resistencia ucraniana.

Dichas maniobras frente a Rusia estuvieron inspiradas en otra que también ocurrió en Bielorrusia. Fue durante la II Guerra Mundial, cuando otros saboteadores del país pusieron piedras en el camino a los invasores nazis. La diferencia es que fueron mucho más drásticos. Entonces, volaron las líneas y las estaciones de tren para interrumpir las líneas de suministro de Alemania. Por eso fue bautizada como la 'Guerra Ferroviaria'. Una circunstancia que fue clave para que las tropas de la Unión Soviética acabaran expulsando al Ejército de Adolf Hitler de la zona.

Aunque en Bielorrusia hay quien equipara ambas situaciones, lo cierto es que esto solo tuvo efectos al inicio de la invasión. Por el momento, Rusia mantiene su ofensiva, tras los últimos ataques a Odesa y los nuevos intentos de controlar la planta de acero de Mariúpol. Está por ver si los nuevos saboteadores serán tan claves como sus predecesores.

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