Antes de la invasión rusa, Konstantin Ivashchenko era director de una fábrica y miembro de un partido prorruso de la oposición en el Ayuntamiento de Mariúpol. Ahora, más de 60 días después del inicio de la ofensiva perpetrada por Vladimir Putin, es el nuevo alcalde de la ciudad más devastada por la guerra.
Ivashchenko fue designado como nuevo dirigente de la localidad a orillas del mar de Azov a principios de abril por la autoproclamada República Popular de Donetsk, reconocida como independiente por Rusia apenas tres días antes del inicio de la invasión de Ucrania. "Nombro a Konstantin Ivashchenko jefe de la administración de Mariúpol", reza el documento de la República de Donetsk firmado por su líder, Denis Pushilin, el pasado 6 de abril. Un nombramiento no reconocido por Ucrania, por supuesto.
Este político y empresario nacido en Ucrania era miembro de la oposición en Mariúpol por el partido Plataforma de Oposición - Por la Vida antes de que Rusia empezara a bombardear sin piedad y mandara a sus soldados a conquistar Mariúpol.
Compaginaba su cargo en el partido opositor con su puesto de director general de la planta de Azovmash de Mariúpol, una fábrica de maquinarias de construcción y grandes estructuras metálicas.
Tan sólo un día después de ser designado como nuevo alcalde, el 7 de abril, Ivashchenko cifró en "unos 5.000" los civiles muertos en la ciudad portuaria desde el inicio de la guerra. Según las autoridades oficiales ucranianas, prácticamente todos los edificios de la ciudad están destruidos.
A pesar del caos y la miseria en la que se encuentra la ciudad por culpa de su propio promotor, Ivashchenko ya ve la situación con mejores ojos. "Ya no hay enfrentamientos en la ciudad. La población puede empezar a cambiar las ventanas rotas", aseguró el alcalde prorruso después de que las fuerzas rusas lograran controlar Mariúpol.
Además de asegurar a los pocos residentes de Mariúpol que ya pueden ir cambiando las ventanas reventadas por los bombardeos rusos, Ivashchenko ha dejado entrever sus planes para el futuro de la urbe ucraniana más grande a orillas del mar de Azov.
Reconstruir Mariúpol
Dos días después de ser nombrado a dedo como nuevo alcalde, el títere del Kremlin en Mariúpol no descartó utilizar a los prisioneros de guerra ucranianos para reconstruir la ciudad. "He tenido esa idea, es verdad. Es una cuestión complicada porque deben ser vigilados. Todos sabemos quién ha destrozado nuestra ciudad", afirmó Ivashchenko el pasado 8 de abril en declaraciones recogidas por la agencia rusa Tass.
Pero los planes de Ivashchenko van incluso más allá. Petro Andryushchenko, consejero del alcalde legítimo de Mariúpol, informó a través de Telegram este jueves que el "comecadáveres Konstantin Ivashchenko ha insistido durante reuniones con vecinos de la ciudad en que Mariúpol será anexionada a la región rusa de Rostov". El consejero también señaló que esta información indica "la naturalidad de los planes del Kremlin".
Mariúpol contaba con una población de casi medio millón de habitantes antes del inicio de la invasión rusa. Las calles de la ciudad han sido prácticamente arrasadas por los bombardeos rusos diarios y los enfrentamientos entre los dos ejércitos. Rusia asegura controlar toda la ciudad, a excepción de la planta metalúrgica de Azovstal, donde permanencen atrapados cientos de militares y civiles ucranianos.
Las autoridades locales aseguran que entre los escombros y ruinas de la ciudad aún viven unas 120.000 personas sin electricidad, agua o productos básicos de primer necesidad. Las tropas del Kremlin han bloqueado todos los intentos de llevar ayuda humanitaria a la región. Según el alcalde legítimo, Vadym Boichenko, hasta 20.000 civiles han muerto en la ciudad desde el inicio de la invasión.