Tras más de dos semanas de bloqueo y bombardeos, Ucrania logró este domingo evacuar a entre 80 y 100 civiles refugiados en la acería de Azovstal (Mariúpol). Kiev ha calificado la operación, en la que han colaborado la ONU y la Cruz Roja, como "la más difícil desde que comenzó la guerra".

Los civiles empezaron a salir del territorio de la fábrica este domingo, pero, en realidad, la operación comenzó este pasado viernes. La Cruz Roja ya tenía a sus convoys preparados el sábado. Ucrania, la ONU y la Cruz Roja han mantenido cierto secretismo acerca del procesos de evacuación por motivos de seguridad. 

Maxim se reencuentra con su hijo Matvey tras ser evacuado de la acería de Azovstal, este domingo. Alexander Ermochenko Reuters

Zelenski cifró el número de evacuados en "unos cien" y, pocos minutos después, el Ministerio de Defensa ruso cifró en 80 los civiles que salieron de la planta metalúrgica, el último reducto de resistencia de Ucrania en Mariúpol.

Rusia sostuvo que la evacuación ha sido posible "gracias a la iniciativa" del presidente ruso, Vladímir Putin, y que los civiles han sido "rescatados" y "liberados" de los "nacionalistas ucranianos", en referencia al batallón de Azov. 

Pese al éxito de la primera evacuación, en la fábrica todavía permanecen unos mil civiles y soldados ucranianos, entre ellos unos 600 heridos que necesitan atención médica urgente, según Kiev. Los rusos bloquean todo tipo de acceso a la planta. 



Zelenski llevaba semanas instando a la comunidad internacional a ayudarle para evacuar a los ciudadanos refugiados en el enorme territorio de la acería junto a soldados y combatientes del batallón de Azov, y ha sido necesaria la mediación del secretario general de la ONU para que pudiera tener lugar.

Un hombre recién evacuado de Azovstal habla con un soldado ruso. Alexander Ermochenko Reuters

Reunión clave con Putin

La reunión de Guterres en Kiev, como demostró la evacuación de este domingo, fue clave. Pero tampoco hay que pasar por alto su cara a cara con Putin en Moscú, días antes de verse con Zelenski.

El portugués se reunió a principios de la semana con el presidente ruso, con quien logró llegar a un "principio de acuerdo" para implicar a Naciones Unidas y Cruz Roja en el operativo. Guterres ya dijo esta semana que la ONU estaba haciendo "todo lo posible" para dar salida a los retenidos en Azovstal. 

Los civiles y soldados ucranianos retenidos en la fábrica no tenían acceso a agua, comida o necesidades básicas como medicamentos. Una situación a la que han sobrevivido unas dos semanas, desde que Putin decidió rodear a la metalúrgica y no dejar pasar "ni una mosca". 



El ministerio de Defensa ruso explicó que varias unidades de las Fuerzas Armadas de Rusia y de la milicia prorrusa de la autoproclamada república de Donetsk abrieron un corredor humanitario para la evacuación segura de los civiles y proporcionaron un alto el fuego.

Civiles evacuados de Azovstal acompañados por un miembro de la Cruz Roja, este domingo. Alexander Ermochenko Reuters

Por otro lado se fueron aquellos que quisieron irse hacia las áreas controladas por Ucrania. Esas personas fueron enviadas a Zaporiyia, donde, de hecho, viajará Zelenski este lunes para reunirse con los evacuados. "Mañana nos reuniremos con ellos en Zaporiyia", afirmó el presidente ucraniano. 

"Operación más difícil"

La complejidad de la evacuación ha sido extrema, a ojos de Ucrania. "Hemos llevado a cabo la operación más difícil desde el inicio de la guerra", dijo el jefe negociador de Ucrania, David Arakhamia, sobre el trabajo conjunto efectuado por Ucrania, la ONU y Cruz Roja. 

"Hace solo dos semanas esto parecía imposible y hace una semana altamente improbable", recalcó en su cuenta de Telegram. "Pero no perdimos la fe y seguíamos haciendo nuestro trabajo, porque nuestra gente estaba esperando y vio con sus propios ojos lo que es el verdadero infierno", añadió.

Tanto Zelenski como Arkhamia afirmaron que la evacuación de hoy solo debe ser el inicio de una operación para sacar a todos los civiles de la planta. El equipo del presidente, junto con la ONU, "trabaja ahora en la evacuación de otros civiles de la fábrica".

Imagen satélite de la planta de Azovstal (Mariúpol), en la que se puede ver el destrozo provocado por los bombardeos rusos. Maxar Technologies Reuters

Mariúpol, en mínimos

De casi medio millón de habitantes a apenas 100.000. Es lo que ha provocado la guerra en Mariúpol. La mayoría de los vecinos de la ciudad portuaria del mar de Azov han abandonado su ciudad desde el inicio de la invasión rusa. El Ayuntamiento de la ciudad cifra en 20.000 los fallecidos por la ofensiva rusa. 

Además de los 100.000 residentes que quedan en Mariúpol, en la acería de la ciudad permanecen unos 2.000 soldados, que tienen dos opciones: aguantar hasta el final en Azovstal o rendirse. 

Los soldados y los combatientes del regimiento de Azov -adscrito a la Guardia Nacional de Ucrania- entretanto también han instado en numerosas ocasiones a los líderes mundiales a ayudarles a salir de la acería e incluso han escrito una carta al papa Francisco.

El último grito de socorro se produjo el pasado jueves por el comandante de la 36ª Brigada de Infantería de la Marina de Ucrania, Serhiy Volynsky, quien pidió que se les evacúe siguiendo el procedimiento de "extracción" que se empleó en Dunquerke (Francia) en 1940, en la II Guerra Mundial, que permitió salvar a miles de soldados.

¿Embargo al petróleo ruso?

Mientras se llevaba a cabo la evacuación de los refugiados de la acería de Mariúpol, el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, pidió este domingo a la UE "un embargo al petróleo ruso".

En su cuenta de Twitter, el ministro ucraniano sentenció que esta medida debería incluirse en el próximo paquete de medidas de sanciones contra Rusia que ya estudia la UE. 

Bruselas está estudiando la medida y prohibiría las importaciones de petróleo ruso a partir de finales de este año. Los estados miembros discutirán la medida este miércoles en la capital belga. 

El alto responsable de la Política Exterior europea, Josep Borrell, habló con Kuleba este domingo y le aseguró que el "trabajo está en marcha para el próximo paquete de sanciones". Asimismo, la UE reiteró su "apoyo contínuo" a Ucrania y afirmó que las evacuaciones en Mariúpol son "urgentes".  

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