Vadim Shysimarin será el primer miembro de las fuerzas armadas rusas en ser juzgado por crímenes de guerra desde que la invasión de Ucrania empezó. El acusado, un comandante de la cuarta división acorazada de la Guardia Kantemirovskaya de la región de Moscú, tiene 21 años y se encuentra bajo custodia ucraniana.
El ruso, que se sentará en el banquillo este viernes, está acusado de asesinar a un civil de 62 años, desarmado, en el pueblo de Chupakhivka, en la región de Sumy. El caso se produce cuando el número de delitos de guerra registrados por la fiscal general de Ucrania superó los 11.000 y Unicef informó que en solo en abril, al menos 100 niños habían muerto en la guerra.
La Fiscalía anunció que irá perseguir todos los crímenes de guerra de los que tenga conocimiento y que el caso de Shysimarin es sólo el primero de muchos.
Según la investigación de la fiscalía, el pasado 28 de febrero el comandante Shishimarin, mató a un hombre desarmado que iba en bicicleta por la carretera hablando por teléfono. Después de un ataque del Ejército ucraniano, la columna de la que formaba parte el comandante se dispersó y el acusado, junto con otros cuatro soldados, se dio a la fuga en un vehículo civil incautado por la fuerza.
Cuando llegaron a Chupajivka, se cruzaron con la víctima y Shishimarin le disparó a la cabeza con una ametralladora AK-47 para evitar que les delatara a las tropas ucranianas. "Uno de los militares ordenó al imputado que matara a un civil para que no los denunciara", explica el comunicado de la Fiscalía. Se sospecha de que el crimen ocurrió cerca de la casa de la víctima.
El comandante fue después capturado por las fuerzas de Kiev, y el pasado 4 de mayo el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) publicó un vídeo en el que confesaba haber disparado contra un civil. El caso ha sido presentado a un tribunal penal esta semana. Shishimarin se enfrenta a entre 10 y 15 años de prisión o incluso a una pena de cadena perpetua si resulta culpable de todos los cargos de los que se le acusa: violación de las leyes de la guerra y asesinato premeditado.
En los próximos días, es probable que otros dos casos se escuchen en los tribunales. Uno de ellos será el juicio en ausencia de Mikhail Romanov, un soldado ruso acusado de violación y asesinato. La acusan de haber irrumpido en una casa en marzo en un pueblo de la región de Brovarsky, cerca de Kiev, asesinar a un hombre y luego violar repetidamente a su mujer mientras "la amenazaba a ella y a su hijo menor de edad".
Estas y otras barbaridades salieron a la luz en abril después de que las fuerzas de Moscú desistieran de capturar Kiev y se retiraran de los alrededores de la capital, dejando al descubierto fosas comunes y calles llenas de cadáveres en ciudades como Bucha. Los testigos que han sobrevivido han acusado al ejército ruso de todo tipo de horrores, como asesinatos, violaciones, torturas y desmembramientos.