A ambos lados del río Sviersky Donets yacen los cadáveres de 73 tanques y otros vehículos blindados. Son la prueba del fracaso del ejército ruso en su intento por atravesar el serpenteante río que cruza de oeste a este las regiones de Lugansk y Donetsk, al este de Ucrania, y que les hubiese permitido controlar la zona sur de la región del Dombás si no le hubiese frenado la artillería ucraniana.
Las devastadoras imágenes aéreas publicadas por el Ministerio de Defensa de Ucrania, y confirmadas posteriormente por los servicios de defensa de diversos países occidentales, sugieren que Rusia habría perdido al menos un Grupo Táctico de Batallón (BTG). Esto es, una unidad entera formada por tanques, infantería y artillería (cerca de 1.000 soldados) que habría sido derrotada por las fuerzas ucranianas tras quedar atrapada en el puente de pontones creado ex profeso para cruzar.
“Atravesar un río en un escenario contencioso es una maniobra altamente arriesgada y demuestra la presión a la que los comandantes rusos están sometidos para avanzar sus operaciones en el este de Ucrania”, señalaba el Ministerio de Defensa de Reino Unido en su actualización diaria sobre la guerra. Una justificación que está lejos de explicar por qué Rusia ha perdido un colosal número de tanques y vehículos acorazados en los dos meses y medios que va de guerra.
Durante el transcurso de un conflicto armado es complicado saber con exactitud cuántos instrumentos de combate se han perdido en uno y otro bando. Sin embargo, Oryx, un blog de inteligencia que contabiliza las pérdidas militares de Rusia y Ucrania basándose en las fotografías enviadas desde la zona de guerra, sugiere que Rusia ha perdido ya cerca de 3.650 vehículos. En concreto, 670 tanques y más de 2.900 vehículos blindados de distintos tipos.
Unos datos desastrosos para el ejército ruso si cogen como referencia los datos de un informe elaborado por la Rand Corporation y el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS), que cifran en 2.700 los tanques iniciales con los que Rusia inició la invasión.
Sin embargo, las comparaciones con el pasado hablan de un escenario mucho más desolador para un ejército ruso cada vez más debilitado que podría ir camino de perder tantos vehículos blindados como en la peor batalla de la Segunda Guerra Mundial.
Se trata de la batalla de Kursk, el combate de tanques (cerca de 8.000 unidades) más grande de todos los tiempos que tuvo lugar en la ciudad rusa de mismo nombre entre julio y agosto de 1943. En la también conocida como. Operación Ciudadela, las tropas alemanas sufrieron una derrota decisiva ante el empuje del Ejército Rojo que, a pesar de su victoria estratégica -las huestes de Hitler se retiraron al no poder romper la resistencia soviética-, registró un gran número de bajas. Y no solo de hombres, sino también de carros armados.En total, se calcula que los soviéticos perdieron entre 1.614 y 1.956 tanques durante el ataque.
¿Torpeza o debilidad?
Detrás de la destrucción de los tanques rusos están -además del fallo en el diseño que permite hacer saltar por los aires la torreta con facilidad- las efectivas armas antitanque con las que cuentan las fuerzas ucranianas. En concreto con los más de 2.000 misiles antitanque Javelin que países como Reino Unido, Estados Unidos y Polonia han enviado a Kiev desde marzo.
Se trata de un modelo de misil portátil que cuenta con una particularidad: que las jabalinas están diseñadas para atacar a los tanques por la parte superior, donde el blindaje es más fino. Además, disparan dos ovijas; una que impacta en la armadura y la otra que perfora el chasis inferior. Gracias a este método de defensa, las Fuerzas Armadas de Ucrania han conseguido destruir numerosos tanques T-72 rusos, uno de los más destruidos durante la guerra, según el ejército ucraniano.
Sin embargo, no todos los tanques rusos acaban destrozados. De hecho, según las cifras de Oryx, la mitad han sido capturados (48) o abandonados (239) tras quedarse sin combustible. Un fallo de cálculo que, al inicio de la invasión, dio pie a que un grupo de civiles ucranianos remolcasen un tanque sirviéndose de tractores.
También da fe de la torpeza del ejército ruso el gobierno de Ucrania, que el pasado 9 de mayo, durante la celebración rusa del Día de la Victoria, no dudó en burlarse de las tropas enemigas. En un tuit, el Ministerio de Defensa ucraniano mostró fotos de soldados de la 93.a Brigada Mecanizada del ejército "realizó un desfile de tanques rusos trofeo” y, según apuntaban en la publicación, "arruinando las vacaciones para los ocupantes".
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