El papa Francisco ha anunciado que "la puerta está abierta" a su posible renuncia al pontificado, aunque aún no ha pensado en esa posibilidad. Pero sí ha dejado claro que no sería "una catástrofe", como ha señalado la rueda de prensa en el vuelo de regreso de su viaje de seis días a Canadá.
El pontífice argentino ya ha abordado en varias ocasiones durante la rueda de prensa esta cuestión, así como sus limitaciones físicas, debido a que tiene que moverse en una silla de ruedas por su problema en la rodilla. Esta circunstancia le impide caminar y estar mucho tiempo de pie, como ha ocurrido en Canadá. Por eso ha admitido en esta ocasión que no cree que pueda seguir "con el mismo ritmo de los viajes de antes".
"A mi edad y con esta limitación tengo que ahorrar fuerzas un poco para poder servir a la Iglesia", ha señalado Francisco, que ha hablado ante los periodistas sentado en una silla y no de pie, como es habitual. Por lo que ha admitido que lo lógico es "pensar en la posibilidad de echarme a un lado", ha señalado en una rueda de prensa de más de 45 minutos después de una dura jornada, en la que desde Quebec viajó a Iqualuit para reunirse con la población de los inuit.
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El papa ha desmentido en varias ocasiones, sobre todo después de los insistentes rumores sobre una posible renuncia, que haya pensado en la posibilidad de dejar el cargo. Ahora, ha dejado claro que es una de las opciones de futuro. Lo que le llevaría a seguir el ejemplo del papa Benedicto XVI, que renunció al pontificado en febrero de 2013 al asegurar que le faltaban las fuerzas.
"La puerta esta abierta y es una de las opciones, pero hasta ahora no he llamado a esta puerta. No he sentido aún esta posibilidad, pero esto no quiere decir que mañana no empiece a pensar en ello", ha reiterado. Además, ha aclarado que "no sería algo extraño" o "una catástrofe". "Se puede cambiar de papa, no hay ningún problema", ha añadido.
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Francisco también ha explicado que cualquier tipo de decisión será "la voluntad del Señor". "Si el Señor te indica que tienes que ir al rincón, te vas al rincón", señaló y matizó "que aún no ha sentido esa llamada", ha explicado.
La anestesia, el obstáculo para operarse
Sobre su dolor en la rodilla, ha desvelado que, aunque los médicos dicen que se podría operar, no lo hará porque tiene un problema con la anestesia. Según ha apuntado, esta le afectó durante la operación en el colon en julio del año pasado y aún arrastra "algunos efectos". "No se juega con la anestesia y por eso se piensa que no es conveniente (la operación)", ha aclarado.
Aun con estos antecedentes, ha anunciado que seguirá intentando viajar "porque es una manera de estar cerca de la gente y es un modo de servir". Como ha recordado, aún quedan pendientes los viajes a Sudán del Sur y a la República Democrática del Congo, "pero ya el año que viene".
Sobre el posible viaje a Ucrania, ha reiterado que "él quiere ir". Aunque ha señalado que "veremos lo que me encuentro cuando llegue a casa", en referencia a como procede la organización de la posible visita a Kiev. A la vez, ha confirmado que podrá estar en Kazajistán "porque es un viaje tranquilo" para el congreso sobre religiones que se celebrará 14 y 15 de septiembre.