El excanciller alemán Gerhard Schröder ha defendido este miércoles que el presidente ruso, Vladímir Putin, quiere una "solución negociada" en Ucrania y ha insistido en activar el gasoducto Nord Stream 2, cuya entrada en funcionamiento se suspendió por el conflicto.
"La buena noticia es que el Kremlin quiere una solución negociada", afirmó el político socialdemócrata, en una entrevista en exclusiva con el semanario "Stern", donde confirma, además, haber mantenido un nuevo encuentro con Putin en Moscú la semana pasada. Schröder califica de "éxito" el acuerdo alcanzado para desbloquear las exportaciones de cereales ucranianos y apunta a que "tal vez sea el momento de empezar a trabajar para lograr una tregua".
Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, ha destacado que Rusia sí está dispuesta a negociar una solución al conflicto en Ucrania pero bajo sus condiciones. "Es así, Rusia está lista para una solución negociada bajo sus condiciones", señaló Peskov en su rueda de prensa diaria.
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Según Peskov, las condiciones de Moscú para el cese de la campaña militar "son bien conocidas". "Estas condiciones fueron consensuadas en Estambul, lo hicieron los negociadores de ambas partes", señaló el portavoz del Kremlin en referencia a la última reunión entre los representantes de Rusia y Ucrania en la ciudad turca el pasado marzo. "Después de ello la parte ucraniana rechazó lo consensuado y abandonó la senda de las negociaciones", dijo.
El excanciller, en el poder entre 1998 y 2005, sostiene que Alemania y su gobierno tiene una "especial responsabilidad" en la búsqueda de esa solución y considera que el Ejecutivo actual "no está haciendo lo suficiente" en esa dirección. Schröder considera, asimismo, que debería ponerse en funcionamiento el segundo gasoducto, el Nord Stream 2, para resolver los problemas actuales de suministro de gas ruso.
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Este gasoducto quedó en suspenso, por decisión del actual gobierno del canciller Olaf Scholz, a raíz del reconocimiento por Moscú de las autoproclamadas repúblicas separatistas del este de Ucrania y el inicio de la invasión de ese país. Schröder está fuertemente cuestionado desde el Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz por sus vínculos pasados y presentes con Putin, que el excanciller defiende y considera no tiene por qué romper.