La periodista Marina Ovsyannikova, que en marzo interrumpió un programa en directo de la televisión estatal rusa para denunciar la ofensiva militar rusa contra Ucrania, ha sido acusado de difundir información falsa sobre el ejército ruso, un delito punible con hasta 10 años de prisión.
En marzo, Marina Ovsyannikova apareció en la televisión estatal con un cartel que decía "Putin es un asesino, sus soldados son fascistas" en el terraplén del río Moscova frente al Kremlin. Tres muñecos de juguete "empapados de sangre" estaban en el suelo frente a ella.
Desde entonces, ha sido arrestada y multada varias veces por su continua oposición a la campaña militar de Rusia en Ucrania. La Policía de Rusia hizo este miércoles una redada en la vivienda de la periodista, sin la presencia de sus abogados, tal y como ha denunciado el grupo de defensa de los Derechos Humanos OVD-Info.
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El abogado Dimistri Zajvatov ha señalado que la redada podría deberse a los últimos comentarios realizados por la periodista, que ha tildado de "fascistas" a los militares rusos y ha llamado "asesino" al presidente, Vladimir Putin. "Se inició un caso penal", dijo su abogado, y agregó que estaban esperando que los investigadores decidieran sobre una medida previa al juicio para la mujer de 44 años.
Ovsyannikova ha sido acusada de difundir información sobre las fuerzas armadas rusas considerada falsa por el gobierno y pasará la noche en prisión preventiva, dijo Zakhvatov. En una entrevista con AFP la semana pasada, Ovsyannikova había expresado su esperanza de que las autoridades no la pusieran en prisión preventiva porque tiene dos hijos.
Ovsyannikova, que había sido considerada leal a la línea editorial de la cadena para la que trabajaba, ha sido reconocida a nivel mundial por sus acciones. Tras lo sucedido pasó a trabajar para el diario alemán 'Die Welt'.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha ofrecido a Ovsyannikova, que trabajó para la televisión estatal rusa durante 19 años, asilo u otras formas de protección consular.