Linas Linkevicius, ex canciller de Lituania: "Rusia debe ser derrotada, dolorosamente derrotada"
El exministro de Exteriores y de Defensa de Lituania cuenta su experiencia con Putin, los errores de Europa y su confianza en que el conflicto no se expanda.
21 agosto, 2022 02:14Si Lituania estuviera en España, sería la cuarta región por extensión territorial. Pero sus escasos 65.000 kilómetros cuadrados dan cuenta de una política exterior que, en función del analista, sería valiente o temeraria. No se amedrentó cuando China declaró hostilidades tras la apertura de la embajada taiwanesa en Vilna: “Un acto extremadamente atroz”. El régimen de Xi Jinping retiró a su embajador en Lituania y bloqueó la venta de sus productos en el país. Lituania contragolpeó a su manera, renunciando a cooperar con los chinos en la Ruta de la seda e incorporando aliados a la causa: los hermanos estonios y letones.
Tampoco se desmorona Lituania con las amenazas actualizadas de Rusia, verdugo expulsado en 1991, intensificadas tras el bloqueo parcial de mercancías destinadas al exclave ruso de Kaliningrado. Y apoya como puede, igual que sus vecinos polacos, a la oposición bielorrusa que reprime con prisión y sangre el tirano Lukashenko. Lo que subyace de la línea valiente o temeraria de Lituania es, como se ve, una obligación moral. Lituania siempre está del lado de quienes escapan del comunismo.
Con Linas Linkevicius como ministro de Defensa, entre 2000 y 2004, el país se incorporó a la OTAN y a la Unión Europea. Entre 2005 y 2011, sirvió a Lituania desde la Alianza como representante permanente. Terminó la misión para regresar a Vilna, como ministro de Asuntos Exteriores (2012-2020), y promovió el Triángulo de Lublin, con Polonia y Ucrania, para que el país de nuevo ocupado imitara el destino de los vecinos liberados. Pero los esfuerzos no llegaron a tiempo.
¿Vio venir la invasión rusa de Ucrania?
Jamás imaginé una agresión a esta escala, pero la actitud belicista de Rusia sí se veía desde hace años. Durante mi periodo como ministro de Exteriores, nos esforzamos por llamar la atención de nuestros aliados. Pretendíamos prevenir un escenario descontrolado y difícil de gestionar con Rusia. No nos escucharon. Recuerda la guerra en el sur del Cáucaso en 2008. Rusia ocupó el 20% de Georgia. Protestamos. Pedimos reacciones. Pero no pasó nada. No se hizo nada. La situación empeoró y, de hecho, sigue empeorando en Osetia del Sur.
No hace tanto tiempo, no.
Ese mismo año celebramos la cumbre de la OTAN en Bucarest. Hubo muchos debates y discusiones sobre la conveniencia de la entrada de Georgia y Ucrania en la Alianza. Algunos abogamos por definir un plan para su ingreso. La idea era dejar claro que, si querían, no sólo tenían el derecho, sino la manera de integrarse por sí mismos en la Alianza.
Es decir...
Rusia siempre ha considerado Ucrania y Georgia como territorios de su patio trasero sobre los que tiene derecho a decidir su futuro. Por eso era tan importante que tomáramos la decisión adecuada. No fue así. A mis colegas el plan les parecía un movimiento muy agresivo que enfurecería a Rusia. Prefirieron no desarrollarlo. El resultado fue que, pocos meses después, Rusia ocupó parte de Georgia. Y me gustaría añadir algo más que ocurrió en Bucarest.
Dígame.
En aquella cumbre había una reunión de trabajo programada entre los aliados y Rusia. Allí, Vladímir Putin habló sobre Ucrania. Criticó a los líderes de la OTAN que cooperaban con Kyiv, y nos dijo que estábamos cooperando con un país artificial, con un país que no existe. Recuerdo la cara de confusión de los líderes de la OTAN. Recuerdo que Anders Fogh Rasmussen [entonces, primer ministro de Dinamarca, y posteriormente secretario general de la OTAN], en nombre de todos, le respondió que no eran formas de hablar sobre un socio de la Alianza. Y así comenzó una discusión sobre los motivos de sus palabras, sobre el significado de la palabra artificial, etcétera. Esa era la opinión de Putin sobre Ucrania en 2008.
"Los rusos tienen que asumir la responsabilidad moral de lo que está ocurriendo en Ucrania"
La misma que ahora.
Digamos que los agresores tomaron nota, al contrario de la comunidad occidental, que hizo la vista gorda. No sería por la falta de señales que enviaba Putin. Ignoró los pasos de Rusia en Georgia o en Crimea, y en conflictos congelados como los de Siria o Moldavia, donde puede suceder algo en Transnistria en cualquier momento. De modo que nos equivocamos. Lo que hicimos para evitar un conflicto fue, en realidad, lo que lo motivó.
Muchas veces, las advertencias de los bálticos y los polacos se atribuyeron a una rusofobia histórica…
¿Rusofobia? Putin ha infligido un daño irreparable a su país, es un motivo de vergüenza para Rusia. Putin es el mayor rusófobo que existe y ha sido muy eficaz diseminando ese sentimiento por el mundo. Y ahora tenemos otro problema muy serio. Son muchos los rusos que tienen el cerebro lavado y que toleran o apoyan esta guerra.
Las últimas encuestas de Kommersant reflejan que dos de cada tres rusos respaldan la acción militar en Ucrania.
A eso me refiero. Tenemos que conseguir que piensen. Que sean conscientes de lo que está ocurriendo. Llevará tiempo. Algunos rusos ya protestan porque no consiguen whisky de calidad, y porque ahora descubren que tal vez no puedan volver a pasar sus vacaciones en España, Grecia o Italia. Tienen que comprender que los crímenes de su país en Ucrania son inaceptables. Rusia, como ya lo ha reconocido el parlamento lituano, es un Estado que promueve el terrorismo. Emplea sus tropas para, deliberadamente, matar civiles con la extraña excusa de combatir a los nazis. Pero los nazis son ellos. Debemos introducir más sanciones…
¿Vetarles la entrada en la Unión Europea?
No se ha oído un alma en Rusia tras el bombardeo de centros comerciales, o de una estación de trenes en Kramatorsk, o del teatro de Mariúpol. Ni una reacción. Pero algunos se han escandalizado cuando han escuchado que pueden perder sus visados Schengen. Los rusos tienen que asumir la responsabilidad moral de lo que está ocurriendo en nombre de Rusia. Pero no creo que el veto salga adelante. Hay muchos escépticos con la medida.
[Podcast: Las sanciones no frenan a Putin. ¿Estamos fracasando?]
Incluso hay voces en Alemania y Francia que piden negociar con Rusia.
Sí. Te recordaré que, al comienzo de la ocupación, después del 24 de febrero, había voces que sostenían que no había que apoyar a Ucrania, que hacerlo prolongaría la guerra y habría más víctimas. Que los ucranianos caerían en tres días, tal vez en cinco… Era el motivo que ofrecían para no enviar armas algunos países que has mencionado. Luego cayeron en la cuenta de que los ucranianos eran capaces de presentar resistencia, y tengo la impresión de que se están defendiendo bastante bien. Se tardó mucho en proporcionar ayuda militar y se perdieron muchas vidas. Pero te diré algo más. Cuando algunos dicen que quieren que Ucrania gane, deben entender que Rusia tiene que perder. Lo digo porque a veces parece que no lo deseen. Tienen que aclararse.
¿A qué se refiere?
La victoria no va de tomar Moscú o bombardear San Petersburgo. La victoria va de echar a Rusia del territorio ucraniano y de asegurar que el Kremlin nunca, nunca vuelva a desafiar a otro vecino de la misma manera. Rusia tiene que ser derrotada, dolorosamente derrotada. Entiendo que el conflicto, al prolongarse, comience a fatigar a los líderes y a tentarles con la búsqueda de una salida pactada, con anhelar la renuncia de ciertos territorios. Pero no son sus territorios, sino los de Ucrania. Y si creen que eso apaciguaría a Rusia, están equivocados.
¿Provocaría, una vez más, el efecto contrario?
Rusia mantendría su estrategia. No pararía. Se detendrían por un tiempo, recuperarían fuerzas, curarían heridas y continuarían donde lo dejaron. Y, en caso de éxito, probarían fortuna en otros territorios. Antes mencioné Transnistria, pero podría ser Kazajistán, que también se está alejando de Rusia. Lentamente, pero se aleja. Para frenar a Putin es necesario mantener la unidad y la determinación. Sin vacilaciones. Sin preocuparse por que Rusia pierda clamorosamente. Porque, si la derrota militar es contundente, se sumaría al daño causado por las sanciones y se quedarían sin posibilidades de dar la batalla.
"China no está preparada para enfrentarse a Estados Unidos"
¿Teme una escalada en el conflicto? Rusia acusa a Lituania de bloquear entrada de mercancías a Kaliningrado y la vigilancia está aumentando en el corredor de Suwalki.
Entiendo tu punto, pero una acción militar en este sentido sería demasiado para Rusia. Desafortunadamente para Putin, Lituania es parte de la OTAN. Tenemos frontera con Rusia y con Bielorrusia, vivimos en un barrio peligroso y hay regiones inestables a nuestro alrededor que requieren atención. Pero, insisto, sería demasiado. Sería desafiar a la OTAN. Sería un completo desastre para Rusia. No creo que Putin vaya a ir tan lejos. Sería suicida. E incluso si estuviera por la labor de acabar con su futuro, tengo dudas de que la que gente que le rodea esté dispuesta a pagar el mismo precio.
No cree que...
Conservo la esperanza de que todavía piensen que deben sobrevivir. Que quieran que sus familias sigan con vida. Que Rusia tenga algún futuro. Y por eso me cuesta vaticinar un escenario tan oscuro como el que planteas.
Puede que Rusia no esté tan sola. Europa y Estados Unidos han fortalecido su alianza, pero ¿no lo han hecho también Rusia, China e Irán?
China, Rusia e Irán son socios. Sí, cooperan. Pero no creo que sean aliados. Aunque China y Rusia digan que lo son. Incluso en volumen comercial, los vínculos entre Estados Unidos y China son diez veces más grandes que entre China y Rusia. Para Beijing, es importante conservar los lazos diplomáticos con Washington y preservar su posición en el mundo. Puede que China esté coqueteando con los rusos ofreciendo apoyo político. Pero no veo que se entregue completamente.
Entonces no ve un riesgo alto de enfrentamiento directo entre las dos potencias.
¿China y Estados Unidos?
China y Estados Unidos.
No, no. No tendría sentido. China no está preparada. No lo necesita. Tampoco Estados Unidos. No creo que esto vaya a ocurrir. Pero hay que ser cuidadosos y sensatos. Hay que evitar abrir más conflictos en el mundo. Puede volverse demasiado inestable.