A las pocas semanas del inicio de la invasión de Ucrania, Ramzan Kadyrov lanzó una advertencia a los “nazis” ucranianos: "Acabaremos con vosotros". Sin embargo, el tono con el que se expresa actualmente el líder checheno es bien distinto. “Cometieron errores y creo que sacarán las conclusiones necesarias”, dijo Kadyrov este domingo, en relación a las tropas rusas y su caótica retirada del noroeste de Ucrania.
Las críticas a Putin en el seno de su propio régimen se están volviendo cada vez más evidentes tras las derrotas que están sufriendo las fuerzas invasoras en el país. El desgaste de Rusia se hace cada vez más evidente, perdiendo incluso aquellas regiones que dominaría “para siempre”.
“Si hoy o mañana no se realizan cambios en la estrategia, me veré obligado a hablar con el líder del Ministerio de Defensa y el jefe del Kremlin para explicarles la situación real sobre el terreno. Es una situación muy interesante. Es asombroso, diría yo”, dijo Kadyrov, quien fuera un rebelde reconvertido en aliado del Kremlin y que actualmente gobierna en la República de Chechenia, perteneciente a Rusia, con puño de hierro.
Desde que comenzara la invasión en febrero, el Kremlin se ha cuidado bien de acallar las voces que iban por libre, los versos sueltos como Kadyrov. Pero, a medida que la balanza se decanta en favor de Ucrania en el campo de batalla, Putin debe enfrentar también las críticas de los suyos, cada vez con menos miedo a alzar la voz.
No son pocos los combatientes chechenos que se han lanzado a los combates y, aunque la lealtad de Kadyrov a Putin es incuestionable, también es uno de los pocos líderes regionales cuya voz el Kremlin no controla totalmente.
Ahora todos los ojos están puestos en cómo gestiona Putin la retirada. El presidente ruso ya cometió un grave error de cálculo cuando comenzó la invasión, asegurando que su ejército podría tomar Ucrania en cuestión de días. En una aparición reciente, Putin dijo que Rusia “no ha perdido nada” durante la guerra, sin embargo, las pérdidas de los últimos días serán más difíciles de vender a la población rusa. No hay más que ver las numerosas imágenes de blindados rusos abandonados que llegan desde el noroeste del país.
El sábado, mientras llegaban las noticias de la retirada del frente, Putin estaba abriendo una enorme rueda de observación en un parque de Moscú como parte de las celebraciones del Día de Moscú. Los blogueros militares lo criticaron duramente por seguir adelante con las celebraciones mientras sus tropas sufrían sonadas derrotas.
Perseguidor de homosexuales
Kadyrov se ha referido en alguna ocasión a sí mismo como el "soldado de a pie" de Putin. Al inicio de la invasión, el líder checheno publicó vídeos de tropas chechenas fuertemente armadas en la región de Kiev como parte de la fuerza de invasión de Rusia. De hecho, sus milicianos aseguraban tener ya planeado cómo matar al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, según informó la inteligencia ucraniana y de EE UU.
Ya el pasado 26 de febrero, el día en que comenzó la guerra, Kadyrov anunció en una enorme marcha militar en Grozni, la capital de Chechenia, el despliegue de más de 10.000 de sus combatientes en Ucrania para ayudar a Rusia en su invasión del país.
"Putin ha tomado la decisión correcta [de entrar en Ucrania] y cumpliremos sus órdenes bajo cualquier circunstancia", declaró Kadyrov, dejando claro que si era necesario podría movilizar siete veces más hombres, hasta los 70.000 combatientes si era necesario.
El líder checheno es una persona abiertamente violenta. Kadyrov y varios individuos cercanos se encuentran bajo sanciones de Estados Unidos y sus aliados por la extrema brutalidad de su régimen. De hecho, en 2018, el Gobierno estadounidense y 15 países más activaron en conocido como Mecanismo de Moscú de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa para crear una misión de investigación sobre las "horrorosas informaciones sobre abusos contra individuos LGTBI, activistas de Derechos Humanos, miembros de la prensa independiente y otros ciudadanos" en Chechenia.
La conclusión de la misión fue que se produjeron "acosos, persecución, detenciones arbitrarias o ilegales, torturas, desapariciones y ejecuciones extrajudiciales".
La participación de las tropas chechenas en la guerra cobró especial notoriedad en la caída de Mariúpol. El líder checheno publicó en su cuenta de Twitter un vídeo en el que sus milicias celebraban "la destrucción y la purga" de la ciudad.
En el vídeo se veía cómo decenas de milicianos chechenos arengaban a uno de sus líderes que anunciaba la caída de la urbe: "La orden de destruir y purgar Mariúpol se ha cumplido. La orden del presidente Putin se ha cumplido, la orden de Kadyrov se ha cumplido".
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