Daniil Bezsonov, portavoz ruso del gobierno de Donetsk, en la región de Donbás, admitía este lunes que sus militares estaban cometiendo "errores". Se refería al "golpe masivo" asestado por el Ejército ucraniano en la localidad de Makíivka, una zona anexionada ilegalmente por Moscú el septiembre pasado.
Allí se produjo en el día de Año Nuevo el ataque más mortífero por parte de los soldados ucranianos. Las cifras bailan, pues éstos afirman haber "liquidado" a 400 rusos -y más de 300 heridos-, mientras que el Kremlin únicamente ha confirmado 63 bajas en el mismo suceso.
"El enemigo nos infligió graves derrotas en esta guerra no por su frialdad y talento, sino por nuestros errores", escribió Bezsonov en una publicación en Telegram. No ha sido la única metida de pata del Ejército del Kremlin en los últimos días.
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Han salido a la luz unas imágenes que podrían haber sido clave para los servicios de inteligencia ucranianos. Varios militares rusos han subido unas instantáneas a VK -el Facebook ruso- en las que habrían desvelado la ubicación de un refugio militar en la región de Sahy, en el Oblást de Jersón.
Varios reclutas del Kremlin mostraron la misma insignia de lo que parece ser una casa en Ucrania, datos que sirvieron a Kiev para asestar un ataque con misiles estadounidenses horas después.
En los más de 10 meses de guerra no se había vivido unas jornadas tan sangrientas en las filas rusas. El último parte de bajas emitido por Ucrania afirma que han muerto más de 750 militares en los últimos días. Parece que los pasos en falso más allá del terreno militar están condenando a las tropas del presidente ruso, Vladímir Putin.
No en vano, y además de las imágenes que desvelaron el refugio en Sahy, hace unas semanas The New York Times publicaba cómo el personal militar de Rusia empleaba sus propios dispositivos para realizar llamadas tanto a sus familiares como a los compañeros en el frente. Las conversaciones intervenidas revelan posiciones de las tropas, el estado anímico, el material específico en cada zona y otros datos sensibles sobre el despliegue de fuerzas en el campo de batalla.
Un informe publicado en los medios estatales rusos señala que "el uso activo de teléfonos móviles por parte de los militares recién llegados" había sido una de las principales razones del ataque en Makíivka, ya que habría ayudado a las fuerzas ucranianas a identificar su ubicación.
Casi 7.000 civiles muertos
La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha señalado este martes que 6.919 civiles han muerto y otros 11.075 han sido heridos en Ucrania desde que comenzó la guerra.
No obstante, la ONU ha reconocido que estas cifras seguramente son mucho más elevadas, especialmente en las regiones donde los combates están siendo más intensos y donde la labor de monitoreo es más difícil.
En el último mes de 2022, la ONU registró 188 muertes y 613 heridos en Ucrania, lo que supone un incremento del 15,4 % respecto al anterior conteo mensual de víctimas. La mayoría de los ataques (86 %) tuvieron lugar en las regiones del país controladas por el gobierno ucraniano, mientras que el 14 % de los mismos se produjeron en las regiones de Donetsk y Lugansk, ocupadas por Rusia.